Vida y Estilo

Decir groserías o no decirlas

Esa es la cuestión…

Y esto no debería ser un debate, noooooooooooooo, digo, finalmente cada persona hace y dice lo que quiere, cuando quiere y como quiere; después de todo es un mundo libre con libertad de expresión. Aunque bueno, eso de la libertad de expresión es relativo, porque si bien no pueden coartarte a decir algo previamente, si pueden censurarte después por haberlo dicho; eso es raro, pero cuando dices algo, puede ser usado en tu contra y más si eso puede categorizarse como una calumnia, difamación o agravio contra alguien más. Ya sabes, terminología legal para chingarte.

Así que puedes decir lo que quieras, siempre y cuando no ofendas a nadie; ahora, en esa categoría no están las groserías, maldiciones y palabrotas; esas si las puedes decir cómo quieres, solo tendrás un reproche moral de las personas que estén cerca de ti, obvio, cuando dijiste la grosería por ser un pinche grosero.

Si bien puede parecer algo retrograda e hipócrita, eso de no poder decir groserías, sobre todo en las mujeres es algo mal visto, cuando analizamos el hecho que todos dicen groserías, TODOS, pues entonces es algo raro y terminas escuchando groserías que no son groserías como molestingando.

Que por favor, a eso debo decir, si vas a decir una pinche grosería, entonces ten huevos para decirla correctamente, no andes a medias tintas diciendo y haciéndote el gracioso “no me estés molestingando”

No es gracioso fusionar molestar con chingar, tampoco es ocurrente, es más bien una aberración del idioma y los de la Real Academia deberían multar a esas personas que para no decir groserías, o mejor dicho, para decir groserías sin decirlas, andan diciendo molestingando, emputadillo o esas mamadas.

Si vas a decir groserías, dilas, sino entonces no andes deformando el idioma.

Pero que quede claro, todos dicen groserías, disimuladas o no, y aquel que esté libre de groserías que nos agarre a piedrazos, perdón quise decir de forma correcta y precisa pedradas; pero sin desvariar todos dicen palabrotas, incluso podría notariar que he oído a mi abuelita decirlas.

Sí todos las decimos, entonces ¿por qué reprochamos a aquellos que lo hacen de forma abierta?

Bueno, podríamos decir que no es lo mismo decir por frustración cuando alguien se te cierra en el transito “pinche pendejo” a cuando conoces a alguien con un lenguaje bastante florido y habla así “que tranza pinche puto, hace un chingo que no te veo cabrón, pinche huevón”

Claro, hay una relación directamente proporcional en una frase entre las palabras y las groserías, pero creo que es válido decirlas y normalmente las groserías son una forma muy sana de sacar nuestra ira interna.

Si quieres decirlas ok, si no quieres decirlas perfecto, allá tú si críticas a quien lo hace, pero por favor no andes inventando groserías que no son groserías como hingada madre, molestingando y cosas de esas.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com