Irse de campamento a explorar la naturaleza es una de las dichas más grandes que cualquiera puede experimentar, sin importar que seas super geek y pareciera que tienes dispositivos USB en la cabeza, una vez cada 10 años irte de paseo a recorrer la naturaleza para desconectarte del mundo, de la tecnología, de los problemas y el estrés es un regalo divino.
Bien yo no soy una persona muy natural o que le guste el camping, pero como te decía hace unos breves minutos hasta yo cada 10 años busco el contacto con la madre naturaleza, con los árboles, con el color verde, con la flora y la fauna. Creo que eso de desconectarse de las comodidades y de los problemas te hace regresar a los origines, al principio y te recuerda tu infancia, o por lo menos en mi caso así sucede; pero claro, cada que me doy una escapada fuera de la ciudad busco lugares que incorporen sutilmente las ventajas de la vida moderna como calefacción, WIFI, baños, comida caliente, televisión, señal de teléfono celular como mínimo.
Para mi es la forma ideal de convivir con la naturaleza, viéndola por la ventana de reojo mientras estoy conectada WIFI con el iPhone actualizando mi estatus avisándoles a todos que estoy en la naturaleza, “conviviendo” con ella, cuando en realidad solo estoy geográficamente en ese punto sin siquiera apreciarla.
Las maravillas de la naturaleza frente a nosotros, grandes espacios abiertos, flora y fauna que nunca tenemos la oportunidad de ver y estamos enrolados con los medios digitales, es más podemos pasar mucho tiempo intentando buscar la señal en el teléfono, pero creo que eso pasa solo con personas que como yo que tenemos el smog en las venas, sin embargo cada 10 años se abren nuestros ojos y regresan las ganas de explorar el bosque para convivir con la madre naturaleza, pero realmente vivir ese momento, sin preocuparse por las comodidades y buscando la supervivencia en un clima natural.
Esa es una experiencia de otro mundo, una que me hace regresar en el tiempo a mis años de niña exploradora, si bien no fueron muchos de menos fueron 2 años o igual hasta 1, tiempo en el que fui scout perteneciente a las troperas de no sé qué unidad, la neta no me acuerdo. Pero de aquella época rescato dos campamentos que hice uno al Ajusco y otro a Puebla, dos experiencias que me hicieron muy plena en aquellos años. Si bien el frio era perro y el cansancio no tenía no nombre, cuando recuerdo ese fin de semana en el campo, haciendo actividades físicas, divirtiéndome, tratando de cumplir tareas y aprender sobre el bosque, esos recuerdos para mí se convierten en oro puro, lo mejor de mi adolescencia; que bien ni soñando en esos años fui popular, pero recuerdo que me divertí y por primera vez en la vida sentí que pertenecía a algo, un poderoso recuerdo viene a mi mente cuando estaba en la fogata asando bombones mientras babeada, digo, veía al tropero Marcos que en esos años me traía babeando, digo, arrastrando la cobija. Que bien ese momento fue interrumpido porque me mandaron a lavar los trastes de la cena con agua en menos 5 grados, incluso lavar los trastes es algo que ahora casi 15 años después veo con mucha nostalgia.
Supongo que me quiero ir de campamento nuevamente para revivir esos días, sé que no va a pasar eso de regresar el tiempo pero el hecho de disfrutar de la naturaleza, caminar por campo traviesa, respirar aire limpio, escalar una montaña, hacer pipí en los arbolitos, morirme de frio, estar alerta para que no me coma un oso grizzly o me ataque un puma, aunque ellos no vivan en la región, sí, es una preocupación irracional pero la tengo, ah eso y que me salga el abominable hombre de las nieves o las cabañas en las que me quedo estén embrujadas. Sé que me voy a divertir.
Eso es lo divertido de acampar generar recuerdos, convivir con la naturaleza y buscar formas diferentes de entretenimiento, en vez de estar pegado a Facebook o viendo una película. Irte de campamento te permite disfrutar de la naturaleza.
Pero hay que ser un campista inteligente, empacar lo necesario pero sin olvidar cosas importantes, digo, yo soy pésima haciendo eso y normalmente solo me llevo una pinche chamarra, unas galletitas, eso sí, cuando me voy de camping no se me olvida por nada un rollo de papel de baño para 2 días, si, solo un estúpido rollo de papel de baño y ya. Creo que moriría si no fuera porque los demás si llevan coman, cosas abrigadoras, utensilios y cosas útiles yo moriría a la hora 2, porque lo que se refiere a mí solo me llevo mi iPhone y mi BlackBerry que allá no sirven para nada.
Así que para que no te pase como a mí, esta es la lista de cosas que nunca debes olvidar para irte de campamento:
- Saco o bolsa de dormir
- Mantas
- Materiales para hacer una fogata
- Utensilios
- Vasos
- Platos
- Abrelatas
- Abridor de botellas
- Bolsas de basura
- Fósforos y encendedor
- Elementos para limpiar los platos (esponjas, detergente, paños de cocina)
- Toallas de papel o servilletas
- Papel de aluminio
- Muchos snacks
- Frutas y verduras
- Condimentos
- Cosas para beber como agua, café, té, mate, chocolate caliente, leche, jugos, etc.
- Toallas
- Cepillo
- Cortauñas
- Jabón biodegradable
- Desinfectante líquido
- Champú y acondicionador
- Desodorante
- Cepillo y pasta de dientes
- Bálsamo labial
- Espejo pequeño
- Loción o crema hidratante
- Ropa dependiendo del clima
- Botas de excursión
- Gorros
- Cortaviento
- Chaqueta impermeable
- Pastillas potabilizadoras de agua
- Lentes de sol
- Alarma
- Celular
- Repelente de insectos
- Bloqueador solar
- Medicinas que alguien en la familia esté tomando o pueda necesitar (algo contra la hiedra venenosa es muy útil)
- Kit de primeros auxilios
- Cuerda
- Brújula
- Mapas o GPS
- Linterna
- Binoculares
- Cinta adhesiva
- Pinzas
- Termómetro
- Tijeras
- Aspirina
- Juegos de mesa
- Cartas de juego
- Radio a batería y baterías
- Cámara fotográfica y de video
- Libros o revistas