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Cuando te encuentras dinero en tu ropa

Y la felicidad embarga tu vida, aunque sean 20 pesos, es el hallazgo del día, algo que no te esperabas y es augurio de un buen día, una señal cósmica o así lo interpretas para saltar de alegría porque tu suerte es buena, aunque hayan sido solo $20. Que esa felicidad se multiplica entre mayor sea la denominación del billete; hasta que te das cuenta que la vida no es perfecta y en cualquier momento va a venir a patearte las espinillas y quitarte tu galleta, digo billete.
En el momento en el que racionalizas que ese azar fortuito pudo no haber sido fortuito sino una simple equivocación, y que no fue tu yo del pasado el que te dejo dinero, sino más bien fue tu carnal, que el día de ayer salió con su novia o sus amigos y dejo olivados esos $100 en la bolsa de tu chamarra, en ese momento dejas de gritar “wey me encontré $100 pesos en la chamarra” para evitar que te diga “son míos, dámelos” y haces cara del Golum y te repites “mi precioso” digo, con esa lana te alcanzan para muchas cosas, un dinero extra que sirve para muchos planes de inversión, los cuales pueden ser desde una torta con chesco hasta aventurarte al cine en plan forever alone sin palomitas.

Pero ese riesgo de que sea dinero equivocado solo sucede con las chamarras, las cuales y sin tu autorización quien sabe cómo terminaron en brazos de tu hermano o hermana; cuando te encuentras dinero en tu cartera, bolsas del pantalón o la mochila ahí no hay pierde y fue tu yo del pasado quien sabiamente pensó en ti y te dejo un fondo de contingencia pensando en los tiempos difíciles, no sé ustedes, pero a mí eso de encontrarme dinero en mi ropa me hace el día, me siento como millonaria en un golpe de suerte; algo así como si mi inversión en la bolsa de valores hubiera aumentado el valor de la acción, eso es suficiente como para que me sienta una triunfadora y me arriesgue a hacer todo tipo de locuras.

Así es la suerte, funciona como un imán mental que hace que te animes a hacer cosas que normalmente no harías, porque detrás de ti esta la probabilidad, el éxito y por supuesto la suerte, hay quienes creen en patas de conejo, tréboles de cuatro hojas o arcoíris, a mí solo me basta encontrarme dinero en las bolsas de la ropa.

Se dice que esta vida es perra, bueno, ahora conforme crecí me di cuenta que algo hay de cierto tras esos rumores, no todo en esta vida o más bien la etapa adulta no es como lo imagine de pequeña, mmmmmm, nop, aquellas ideas en las que sería una gran ejecutiva del mundo publicitario y volaría en jets privados con una gran mansión, un guapo esposo, tierno y romántico están muy lejanas a mi realidad, eso sí, no estoy traumada por mi realidad, pero comprendo bien que normalmente las cosas son difíciles o muy complicadas, por lo que yo me lleno de una gran felicidad cuando tengo este tipo de golpes de suerte.

Llámenme lunática, extravagante o muy simple pero este tipo de sorpresas y detalles me alegran el día de formas inimaginables, y finalmente con esos $20 término comprándome un gansito y unas papas, pero la sorpresa de tener un presupuesto extra es indescriptible.

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