Vida y Estilo

Cuando quieres ponerte a dieta, pero te acuerdas de que es Navidad

Vaya que es difícil hacer dieta, y no importa cuán fuerte sea tu fuerza de voluntad, cuan empeñado estés en comer bien y saludable, simplemente es muy difícil vivir de esta manera.
Y este no es invento mío o que me esté curando en salud, ya sabes, justificando que coma todo lo que me encuentro en la cocina; de hecho, hay especialistas en muchos sectores de la salud, desde nutriólogos hasta psicólogos que afirman que las dietas y prohibirnos ciertos alimentos consiguen el efecto contrario y puede ser que normalmente comamos sin orden, pero cuando nos ponemos a dieta, es cuando más se nos antojan esas cosas prohibidas, que no debemos comer y que normalmente no comemos, pero cuando nuestra mente entra en modo dieta, nuestra panza le exigen todo tipo de comida chatarra y es en esos momentos cuando más se nos antoja un pastel inmenso de chocolate.

Supongo que, al no poder comer esos alimentos, o al ser prohibidos, nuestra mente más los desea, de la misma manera que desea todo lo que es prohibido o no podemos tener.

De ahí viene que las dietas no sean sustentables con los años, además, prohibirte ciertos alimentos puede ser peligroso; y no se puede jugar al nutriólogo y decir “ya nunca más comeré carbohidratos” eso es tonto y perjudicial, pero sí se puede pensar en moderar su consumo.
Por eso las dietas no funcionan, porque deben adaptarse a cada individuo y no de forma genérica adoptar las dietas de 600 calorías en un día que siguen los famosos.

Seguir una dieta es difícil y cumplirla a cabalidad es difícil, sobre todo cuando sales de casa o durante los fines de semana que las tentaciones están a la orden del día.

Así que, si seguir una dieta es muy difícil y complicado en días normales, ahora imagínate la complejidad de seguir un régimen alimenticio en Navidad; eso termina siendo imposible.
Pero hay que recordar que el peso extra que tenemos en este momento, es un peso que adquirimos en una Navidad pasada; algo así como el peso de las Navidades pasadas, un terrible fantasma que te persigue a todos lados en forma de lonja porque no te pudiste resistir al ponche, los aguinaldos de dulce, los panes, los postres, los pasteles, las galletas y las fastuosas comidas y cenas de fin de año que hay.

Ponerse a dieta suele ser difícil, y más cuando quieres ponerte a dieta, pero te acuerdas de que es Navidad.

La posible solución sea taparse los ojos al salir a la calle o las fiestas, o mejor aún, no salir de casa para no ponerse en forma de piñata.

¿Ustedes cómo ven?

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com