Creo que soy algo paranoica

Sólo algo, no mucho, ya saben lo normal. Además estoy convencida que para sobrevivir en esta ciudad ser paranoico es una gran ventaja que te mantiene alerta, pero sobre todo con vida. Motivo por el cual voy a empezar a dar clases, platicas, conferencias magistrales sobre los beneficios de ser un paranoico, también estará disponible muy pronto en DVD, “¿Crees que te persiguen?, Delirio de persecución para salvarte la vida”.

Ya neta, díganme que tanto daño hace pensar mal de los demás, que tan malo es estar prevenido y sospechar de terceras intenciones de los demás, ¿Qué daño hace?, mmmmm, bueno, sin mencionar que a veces son solo ideas que existen en nuestra cabeza, dice el dicho “piensa mal y acertarás”; creo que todos los adultos modernos que vivimos en grandes urbes hemos aprendido a desarrollar un séptimo sentido, sí, el que le sigue al sexto sentido y es la paranoia. Algo que médicos psiquiatras, loqueros, psicólogos y demás especialistas en la mente podrían considerar como un desorden mental grave que deteriora la calidad de vida de la persona que lo padece, pero yo creo que en esta modernidad es un skill que te ayuda a sobrevivir con el menor número de daños posibles; pero obvio hay que encontrar un punto medio, LOGICAMENTE, entre ser paranoico y no serlo.

Tiene sus ventajas si me preguntan, pero también tiene su lado oscuro eso de siempre estar en guardia y creer que todo lo malo puede pasarte; el permitir que una idea te atormente y te evite actuar puede ser algo que a la larga puedas lamentar. Pero después de ese minúsculo contra, ser paranoico te mantiene con vida y a salvo.

Sobrevivir, esa es la clave y el gran beneficio tácito de ser paranoico; pero yo soy un pelín, paranoica, solo un poquito, lo suficiente como para que no sea un gran defecto de mi personalidad.

Aquí tengo que hacer un paréntesis para crear una lista larga de personas y pedirles que por favor no digan nada o se abstengan de hacer algún comentario sobre mi nivel de paranoia.

Sólo por breviario cultural a veces cuando una persona dice algo en voz alta, es en plan retórico, en el que intentas reflexionar sobre un hecho tu sólo, para nada preguntas a las personas que están cerca su opinión sobre lo que estas reflexionando. Pero por alguna extraña razón cuando te dices a ti mismo, mi mismo que pendejo eres, de la nada se escucha un coro que dice claro que sí, además lo más curioso es que cuando te pendejaste te aseguraste que nadie estuviera cerca, para que nadie escuchara y por ende nadie confirmara lo pendejo que eres; sin embargo cuando se trata de pendejarte todo mundo aparece para confirmar la explicación, hasta parecen fantasmas que de repente se materializan y te dicen “si estás bien pendeja Yesica”, pero aclaro nunca pregunte, solo era mera retórica.

Y lo otro de risa, nunca te pela la pinche gente, nunca, hasta parece que te ignoras, pero nomás “ay wey, parezco luchador” y el pinche Jorge, ese Jorge que nunca para pitos te pela, te saluda, te pone like, o sea nada de nada, ese día dice, “si, algo”. Puf, no sé si reír o llorar.

Así me pasa cuando digo en voz alta que soy muy paranoica, de la nada mucha gente se suma en plan burla a esa afirmación que hice; pero sin embargo estoy convencida que ser un poco paranoico y tener ciertas ideas sobre el peligro, puede salvarte la vida.

Además siempre mi sexto sentido reafirma y confirma a mi séptimo sentido y a veces cuando estoy con ciertas personas una vaga idea paranoica que algunos llaman elucubraciones no deja de dar vueltas en mi cabeza; pero aquí digo que esas ideas son fundamentadas en acciones lógicas y a veces, obvio en simples corazonadas.

Ok, lo admito soy algo paranoica pero a mí se me hace que es peligroso usar tus gadgets en el metro por eso de que te los puedan robar, también creo que es bueno no confiarse de nadie hasta que demostró ser digno de tu confianza, creo que andar en la noche es peligroso. Sí eso es ser paranoico, pues que carajos, soy una paranoica.