Cosas que solo un amarguetas sabe
¿Te levantas de malas, encuentras defectos hasta en el guacamole y tu frase favorita es “¡Qué barbaridad!”? ¡Bienvenido al club de los amarguetas! Pero no te sientas mal, ser un amarguetas tiene su chiste, aunque nadie más lo entienda.
¿Qué es un amarguetas? radiografía del grinch chilango
Un amarguetas es esa persona que siempre ve el vaso medio vacío, que se queja de todo y que parece disfrutar arruinando la fiesta de los demás. Pero, ¡ojo! No es maldad, es… ¿realismo? Los amarguetas tenemos una percepción más aguda de la realidad, vemos los problemas que los demás ignoran y, claro, nos frustramos por ello.
El lado oscuro de la fuerza: ventajas (secretas) de ser amarguetas
Aunque no lo creas, ser un amarguetas tiene sus ventajas. Para empezar, nunca te decepcionas, porque siempre esperas lo peor. Además, eres el gurú de la lógica y la razón, el que siempre tiene un “pero” para cada idea ingenua. Y, lo más importante, ¡nunca te aburres!, siempre hay algo de qué quejarse.
Señales de que eres un amarguetas en potencia (o ya lo eres)
- Te molesta el ruido de la gente masticando chicle.
- Odias las filas y a la gente que no sabe formarse.
- Consideras que los memes son una pérdida de tiempo.
- Crees que el mundo se va a acabar y estás preparado para ello.
- Tu emoji favorito es el de la cara seria.
Si te identificaste con alguna de estas señales, ¡felicidades! Eres un amarguetas en toda regla.
El manual del amarguetas feliz (si es que eso existe)
Si eres un amarguetas y quieres aprender a sobrellevar tu amargura, aquí te dejo algunos consejos:
- Abraza tu amargura: No intentes ser alguien que no eres.
- Encuentra tu tribu: Busca a otros amarguetas con quienes compartir tus quejas.
- Ríe de ti mismo: El humor es el mejor antídoto contra la amargura.
- Acepta que no puedes cambiar el mundo: Pero puedes quejarte de él.
- Disfruta de las pequeñas cosas: Un buen café, un libro interesante, un día sin tráfico.
Ser un amarguetas no es una maldición, es una forma de ver el mundo. Así que, si eres de los nuestros, ¡levanta tu taza de café amargo y brinda por la amargura!
