Cosas estúpidas que no deberías gritar en público
La vida cotidiana está llena de momentos inusuales que, si no tenemos cuidado, pueden convertirse en situaciones graciosas, pero también incómodas. Imagínate por un momento en medio de una multitud y, de repente, sientes esa necesidad casi incontrolable de gritar en público. Aunque puede parecer un impulso natural, hay ciertas cosas que simplemente no deberías gritar, por muy divertidas que puedan sonar en tu mente. Aquí te compartimos algunas de las cosas estúpidas que sería mejor mantener en silencio.
1. “¡Estoy tratando de dejar de gritar!”
Esta es una de esas frases que, aunque pueda parecer ingeniosa, en realidad puede causar confusión entre los que te rodean. Imagina estar en un lugar público y oír a alguien gritar esto. La gente empezará a mirarte extraño, preguntándose si estás en medio de una lucha interna. La ironía de gritar que intentas dejar de gritar en público es demasiado para manejar, y probablemente solo despertarás miradas de preocupación.
2. “¡Soy el rey de la selva!”
A menos que estés en una reunión de fanáticos de Disney o en un zoológico, gritar en público que eres el rey de la selva puede llevar a reacciones inesperadas. La imagen de un ser humano en medio de una multitud gritando esta frase infundida de orgullo no solo es cómica, sino que también podría hacer que la gente se pregunte si has perdido la cordura. A veces, es mejor dejar el dramatismo para las películas.
3. “¡Aquí estoy, buscando pareja!”
Aunque el formato de citas en línea ha cambiado las reglas del juego, gritar en público que estás buscando pareja puede llevar a situaciones muy incómodas. Imagina a la gente dándote una mirada extraña o, peor aún, varios valientes intentando acercarse. Este tipo de declaración podría convertir un simple paseo por el parque en una especie de casting sacado de un reality show. Es divertido pensarlo, pero en realidad, es mejor mantenerlo en tu mente.
4. “¡ODIO LAS SORPRESAS!”
En el contexto de una fiesta sorpresa, gritar en público esto puede resultar desastroso. No solo arruinarás la sorpresa, sino que también te convertirás en el villano de la historia. Imagínate el rostro de la persona homenajeada al escuchar tu declaración. Podrías pensar que eres gracioso, pero el tenso silencio que seguiría haría que esa broma se sintiera como un asesinato social.
5. “¡Nadie sabe que soy un superhéroe!”
Si decides gritar en público que eres un superhéroe, es probable que tus amigos se deslicen rápidamente hacia la distancia. Aunque a veces todos deseamos tener poderes especiales y salvar el día, hacer una declaración como esta en un lugar público puede llamarle más la atención de la que probablemente deseas. La realidad es que, en lugar de ser aclamado, podrías terminar siendo evaluado para una segunda opinión… ¡de un especialista!
6. “¿Quién dejó la mantequilla sin tapar?”
Esta puede parecer una declaración inofensiva, pero gritar en público sobre la mantequilla sin tapar puede llevar a confusiones. Imagínate que las personas en la fila del banco comienzan a mirarte y susurrar entre sí. Podrías caer en un mar de miradas desconcertadas, preguntándote por qué alguien gritaría sobre un tema tan trivial. En lugar de eso, considera guardar esos gritos para tu cocina.
No hay duda de que hay muchas cosas estúpidas que podríamos considerar gritar en público, pero la clave está en saber cuándo y dónde hacerlo. A veces, un comentario ingenioso o una broma divertida se siente mejor compartido en un ambiente más privado, donde puedes realmente disfrutar de las risas sin crear incomodidad a tu alrededor. Recuerda que la vida está llena de momentos para disfrutar y, en lugar de gritar en público sobre cosas absurdas, a veces es mejor simplemente sonreír y reír en silencio. ¡Así que la próxima vez que sientas ese impulso, piénsalo dos veces y opta por el sentido común!
En una ocasión a un familiar le sucedió que estando de compras en un reconocida tienda departamental se le escapó decir, una, se me olvido apagarle a los frijoles, que fue acompañado de muchas risas de las personas que la acompañaban
Jajajajaja estuvo de variedad, seguro fuiste tú