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Cortaditas que cuando te las haces casi te mueres y ni son nada

¡Ay, las cortaditas! Esas pequeñas heridas que parecen insignificantes, pero que duelen como si te hubieras cortado una extremidad. ¿Quién no ha experimentado ese momento en el que te haces una cortadita y sientes que se te va la vida en ello? ¡Pues sí, amigos, las cortaditas son un drama en sí mismas!

La tragedia de las cortaditas

No importa lo pequeña que sea la cortadita, siempre parece que te estás desangrando en el momento en que te la haces. Y si encima te cae limón o sal en ella, ¡la agonía es indescriptible! Parece que el mundo se detiene y que todo gira en torno a esa pequeña herida que te hace sentir como si estuvieras al borde de la muerte.

La exageración de las cortaditas

¿Por qué tendemos a dramatizar tanto cuando nos hacemos una cortadita? Es como si nuestra mente se desconectara por completo y solo fuéramos capaces de pensar en el dolor agudo que sentimos en ese momento. Y luego, cuando pasa un rato, nos damos cuenta de que en realidad no era para tanto y que nos hemos estado quejando como si nos hubieran cortado un brazo.

La cura milagrosa de las cortaditas

Y qué decir de las mil y una maneras de curar una cortadita. Desde el clásico “ponle saliva” hasta el más moderno “usa un apósito de gel que se adhiere a la piel”, parece que todos tenemos nuestra receta infalible para sanar una cortadita. Aunque al final, lo único que realmente funciona es dejar que la herida respire y se cure por sí sola.

Las cortaditas y la superstición

¡Y qué me decís de todas esas supersticiones que rodean a las cortaditas! Desde que si te haces una cortadita es porque alguien está hablando mal de ti, hasta que si te la haces en la mano derecha es porque vas a recibir dinero. Parece que las cortaditas tienen un significado oculto que va más allá de la simple herida en la piel.

Las cortaditas son ese pequeño drama cotidiano que nos recuerda lo frágiles que somos y lo exagerados que podemos llegar a ser. Así que la próxima vez que te hagas una cortadita, recuerda que no es el fin del mundo y que, al final, solo es una pequeña herida que sanará con el tiempo. ¡Y no te olvides de ponerle un poco de sal y limón para darle ese toque dramático que tanto nos gusta!

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Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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