Compartiendo la mesa con muchos periodistas

Uno pensaría que eso sería algo interesante, por aquello de que estas rodeado de las personas que están cambiando el rumbo del mundo, personas que están cambiando a México con sus opiniones puntuales, su ideología, sus pensamientos, su visión objetiva del país, la lógica y razón sobre la vida actual en México, uno pensaría eso o eso se esperaría de los periodistas, personas con una gran labor ética. Ahora imagina compartir el pan con un periodista, eso debería ser una experiencia muy profunda, interesante, controversial, una experiencia que marca tu vida, bueno, o por lo menos marca el día pensando que conociste a una persona que piensa, eso se pensaría de disfrutar de una conversación con un periodista.

Ah pero no, olvídenlo, si eso piensas eres tan iluso como yo y en la actualidad, el ámbito del periodismo está sufriendo una extraña decadencia en la que las cosas que menos importan, son las que más importan, como que fiesta fue mejor, donde hay buenos regalos, donde está trabajando Fulanita Perez, etc, etc, etc.

No sé si yo tenga altas expectativas del gremio, pero normalmente cuando me presento como blogger, siempre es lo mismo, la cara de “hay ternurita” o en algunas ocasiones soy como Santa Claus, esa persona que no existe, pero ya empezamos a hacernos presentes; sin embargo siempre es lo mismo, en el circuito de periodistas, ellos tienden a menospreciar a los blogger porque no tienen formación periodística, porque no les apasiona la comunicación y porque informan puras bobadas. Supongo que por ello yo esperaría de los periodistas una gran ética y cuando estoy con ellos, siempre estoy atenta de aprender al máximo y escuchar las opiniones que importan en nuestro país, las de ellos, porque estas personas están al frente de los medios de comunicación, creando columnas, dando información, ofreciendo a las personas eso que deben pensar, formando parte de la agenda mediática.

Porque si bien yo no estudie periodismo, pero si publicidad, sé que existe una gran responsabilidad ética en lo que una persona dice y transmite a una comunidad, por lo menos yo me tomo muy en serio cada palabra que digo o escribo y obvio, ya también procuro comportarme como periodista en cualquier lugar, pero como blogger, jajajajajaja.

Sin embargo el día de ayer me quede impresionada por la conversación que se dio con un montón de periodistas, todas ellas del género femenino que en lugar de hablar de política o sociedad, hablaban de cosas que no importan, como quien tiene que trabajo, quien luce mejor, donde se come bien, pero bueno, creo que estoy prejuzgando mucho y todas ellas eran periodistas pero enfocadas al sector de la moda, la belleza. Si ayer estuve con esas chicas que escriben en esas revistas con artículos al siguiente estilo:

• Como hacer feliz a tu hombre
• Como tener un buen orgasmo
• El arte del makeup
• Como se visten las princesas

Bueno, ese es el medio y el circuito, seguro hablaran de cosas de esas, pero como siempre había estado acostumbrada a estar entre periodistas de entretenimiento, normalmente las pláticas eran incluso hablando de cosas como música, cine y eventos de entretenimiento, eran más profundas. Ahora lo único que me falta es estar en una comida con periodistas de política y ciudad, eso sí sería interesante, solo deseo NO HACER EL RIDICULO, toco madera, jajajajajaja, digo, esas personas saben tanto, así que me preocupa no entender lo que digan o no seguir el paso de la conversación y me manden de regreso a la mesa de periodistas de moda.

Pero en mi desayuno de ayer, las pláticas eran tan extrañas, en donde principalmente se quejaban del montón de personas “horrendas” que hacen tráfico con sus horrendas marchas. Eso fue increíble, que minimizarán movimientos sociales de una forma tan trivial, y encima de hacer comentarios de ese tipo, lo que hicieron esas periodistas de moda para no tener tentaciones con la canasta de pan dulce, me la pusieron casi encima de mi plato, seguro me vieron más corpulenta y pensaron que yo, que no tengo talla cero, seguramente no tendría inconvenientes quitándoles las tentaciones.