Filosofando

Como una cebolla

Se han fijado como existen personas que parecen cebollas, y no porque huelan feo, te hagan llorar o tengan una apariencia rara, mmmmm, aunque si, ahora que lo pienso existen personas que te hacen llorar con el mismo efecto que una cebolla; cuando empiezas a conocerlos y descubrir las diferentes capas que la conforman terminas llorando, un extraño efecto lacrimógeno que te hace llorar incontrolablemente, eso y porque eres medio estúpido y te encariñas con las personas demasiado rápido o que no valen la pena.
Pero repito eso es únicamente culpa de tu estupidez, descuida me ha pasado no eres el único en ese proceso de ser un estúpido.

Personas que son como una cebolla

No obstante no estoy hablando de los sentimientos y las habilidades mágicas de una persona para hacerte llorar como niñita, aunque tengas 30 y sin importar tu género; yo más bien estaba pensando en las capas de personalidad que tiene una persona y como pasa de capas ásperas, duras, sin sabor a conforme te acercas al centro encuentras lo mejor y ahí es donde se encuentran las capas más blanditas, más dulces y con mejor sabor.

A eso me refiero, a esta práctica analogía que se refiere a las diferentes capas o envoltorios que protegen a una persona y si bien cada que intentas pelar una cebolla terminas llorando, puedes descubrir en el interior una capa suave, dulce y tierna, tanto que te sorprendes por ese interior que nunca imaginaste encontrar cuando te topaste con esas primeras capas.

Así somos todos y dejamos que nuestra capa más áspera nos proteja de que cualquiera pueda tener acceso a nuestras emociones o sentimientos más profundos y solo aquellas personas que se toman su tiempo de conocernos de descubrirnos y de pelarnos, SIN ALBUR, es que descubren muchas facetas y matices dentro de una cebolla, digo, de tu persona.

Como las matrioska o muñecas rusas, esas piezas de madera que una dentro de otra existen muchas muñequitas ocultando en el interior una pieza única, frágil y pequeña. Si bien una persona puede verse en un exterior grande, fuerte, ruda o tosca, cuando te tomas el tiempo y la molestia de abrirla y de conocer de apoco todo lo que tiene en su interior, te sorprendes descubriendo todos los complejos niveles que tiene dentro hasta que llegas a su esencia más frágil y delicada; porque todos protegemos esa parte de nosotros ocultándola de la mejor forma posible, y repito, solo las personas que se toman la molestia pueden descubrirlo.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

Un comentario en "Como una cebolla"

  • Hola, es cierto, he conocido hace unos meses a una chica que aparenta ser dura, seria, renegona y se frustra rápido. Poco a poco esas capas están cayendo, pero aún falta.

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