Filosofando

Cómo sobrevivir a una dieta, sin comerse cualquier cosa en el intento

Si has comenzado un nuevo régimen alimenticio, y siempre te quedas con hambre, te damos ideas para sobrevivir a una dieta, sin que este plan alimenticio te vuelva loco o loca.

Bien podemos quejarnos de muchas cosas, o hablar innecesariamente de muchos temas filosóficos, de autoestima y seguridad, tales como: por qué una persona querría cambiar su imagen física, si lo que importa es lo de adentro y se podría rebatir con la frase popular “como te ven te tratan”, bueno, hoy no entremos en polémicas, en dimes y diretes sobre lo que está bien o mal, socialmente hablando, hasta llegar al particular punto de vista objetivamente subjetivo de lo que un individuo piensa.

Hoy no quiero polemizar temas, mejor busquemos acciones.

Verán, no creo ser la única mujer, más bien la única persona sin importar género, que más allá de los estigmas sociales, quiere bajar de peso, no importa que sean 5 kilos, 10 o 20. Creo que existimos muchos que deseamos rebajar esos kilitos, por autoestima, por lucir bien, por salud, para que la ropa quede bien, etc, lo que sea.

Cómo sobrevivir a una dieta
Pero como hacerle para bajar esos antiestéticos kilitos que nos persiguen y agobian, como una maldición de las antiguas momias egipcias, por qué siempre que uno quiere lucir bien ya sea invierno, primavera, verano u otoño están esas molestas lonjitas que nos recuerdan que somos imperfectos.

Básicamente, nos persiguen porque nos gusta comer, en esta vida los placeres a los que uno puede rendir culto son pocos y uno de ellos es la comida.
Porciones, medidas y elegir bien alimentos; esas son las claves de una vida saludablemente estética y vanidosa, pero suele ser muy difícil abstenerse de tentaciones dulces y bombas calóricas, más bien comidas sabrosas.

Sin embargo, ya estamos mentalizados a que nuestra fuerza de voluntad es mayor y aquel sentimiento o más bien sensación de “TENGO HAMBRE, eso no fue comida”, es solo una idea y que nuestra fuerza de voluntad es mucho mayor, que la panza tiene si o si, que hacerse más chica y selectiva.

No sé ustedes, pero a mí me resulta muy difícil no comer como puerco en engorda o dejar de comer pizzas, pasteles, garnachas y demás. Creo que necesito entrenamiento zen para evadir pensamientos negativos o en este caso golosos.

No les ha pasado que a dos horas de que empiezan la dieta se mueren de ganas de romperla para empezar al día siguiente para comerse un tamalito, o una buena hamburguesa en la hora de la comida. Dios, es tan difícil mantener la dieta cuando comienzan las fiestas decembrinas, pero maldición, tengo que lucir bien para el 24 o de menos el 31, para no tener el reproche social de que no cumplo mis propósitos de Año Nuevo del año pasado.

Resistirse a la tentación de pasar al refri a comer lo que sea, porque después de una ensalada, unos palitos de apio, una gelatina, unos huevos pochados, algunas rebanadas de pechuga de pavo, no alimentan a nadie, no es mi culpa, no, técnicamente estoy sufriendo de inanición y por la tarde lo que quiero es comer, comer cualquier cosa que llene mi pancita y atún no se me antoja mucho.

Caray, tengo tanta hambre que me podría comer a mi hermano, y aquel viejo refrán de toma mucha agua o come frutas a estas alturas no servirá, no creo que satisfaga mi enorme hambre, ni con un snickers. Supongo entonces que debo recurrir a mi nula y escasa fuerza de voluntad, creo que será mejor pedir un milagro para que venga alguien y se coma todos aquellos manjares que son guardados en la cocina, o mejor aún que un alien me secuestre y me aleje de la comida.

A este punto lo único que me da fuerza, es que no soy la única sufriendo por una dieta, no tú también y lo único que me da fuerzas para evitar comer cualquier cosa que se me ponga en frente es que yo sí puedo controlarme y tú no.

Ya en serio, sin guasa, mugres dietas, terminan peor o con más kilos. Eso de no comer o comer bien es contraproducente, uno termina engullendo cualquier cosa que sea prohibida, solo por ser prohibida y muy sabrosa.

Chales, normalmente con las mugres dietas uno termina más gordo, CÓMO ES POSIBLES, por que sucede esto. Acaso tenemos que conformarnos con estar un poco pasaditos de peso, acaso será la edad o que carezco completamente de fuerza de voluntad, ¿qué pasa con las dietas?

Mejor no me pongo a dieta, tal vez no baje de peso, pero de menos me mantengo, comiendo lo que más me gusta, TOTAL mejor ser gordibuena al mero estilo Gina Carano que flaca sin chiste.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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