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Clientes locos que te gritan

Ah, esto de la vida laboral, incluso como freelance tiene sus bemoles, uno pensaría que solo los altos rangos en un trabajo, o sea, tu jefe, podría mangonearte, gritarte, tratarte como trapo y todo lo que se le ocurriera y tú, y tú, pues obvio te aguantas porque es tu jefe, es tu trabajo, es la forma de sustento con la que vives.
Entonces que pasa, pues te sometes, permites que esa persona únicamente porque tienen un rango mayor a ti, te trate como se le dé la gana. Con la crisis como esta, las deudas, los gastos, uno simplemente apechuga y pensando en el bien familiar, y en todos esos compromisos monetarios que se tienen, uno se deja.

Y no importa que esos malos tratos sean justificados o no, uno termina agachando la cabeza y dejando que ese alto rango haga lo que quiera.

Pero, sabes qué, eso no debería ser así; no deberíamos permitir que nadie nos menosprecie, nos humille, nos maltrata o nos grite y aquí si digo, con justificación o sin ella, nadie tiene el derecho a humillarte o tratarte mal, no importa que haya sido un error, nadie tiene derecho a humillarte o socavarte o a gritarte.

Si hay errores, se tratan de manera civilizada, se hablan y se corrigen; pero el que exista un error no le da derecho a nadie de tratarte de una manera irrespetuosa.

Bien, yo pensaba que esa jerarquía y roles de autoridad de jefe-subordinado pasaba únicamente en una empresa; pero acabo de comprobar que no, también siendo freelance o contratado como outsourcing o como parte externa de una empresa, eso sucede igual, porque en México hay muchas personas déspotas que creen que pagar las cuentas/facturas de los demás, les da derecho de exigir lo que quieren en el tono que quieran.

Clientes locos que te gritan
Lamentable pero cierto, y creo que es más factible que un cliente se ponga déspota, pedante y grosero, a grados increíbles, mucho más que un jefe malhumorado.
Porque el cliente siempre tiene la razón, aunque no la tenga y entonces viene a gritarte para pedirte que el mundo sea cuadrado, le vale como le hagas, pero él quiere un mundo cuadrado.

Pero tengo que ponerte en contexto de lo que fue mi experiencia con esta clienta, una que hice todo lo humanamente posible, para tenerla contenta, para hacerla feliz durante casi un año, en el que siempre me trato como trapeador; tal vez ese fue mi error. Puts, incluso le conseguí boletos para el teatro, le conseguía cortesías para que las regalará en sus redes sociales, trabajaba horas extras, fines de semana, TODO PARA HACER FELIZ A ESA SEÑORA, pero entre más le daba, más me pedía y siempre, siempre, cuando algo no le gustaba algo, me hablaba en un tono grosero y empezaba a subir la voz, ¿qué hacía yo?, yo me sometía, por aquello de la economía, por pagar mis cuentas, porque esa negocio me permitía en cierta medida hacerme responsable de mis compromisos de pago, así que siempre me sometía.

Además, soy pésima para los conflictos, SOY MALISIMA EN LAS CONFRONTACIONES, yo no podría ser negociante, porque siempre termino cediendo, siempre termino doblegándome y haciendo lo que las otras personas quieren, en sus términos, bajo sus condiciones, no importa que yo pierda mucho más, tengo corazón de pollo y cuando alguien me grita me doblego.

Yo soy mala confrontándome, no puedo discutir con nadie, no puedo, simplemente no puedo, soy gente de paz, soy pacifica, soy hippie, soy buena vibra, lo mío no es gritarle a los demás o humillarlos, yo arreglo las cosas de manera pacífica, si no funciona termino retirándome.

Una vez en la universidad cuando tuve una confrontación con una maestra, mi cuerpo reacciono de la forma opuesta que quería mi mente, me puse a temblar y a tartamudear; lamentable pero cierto. Oh aquella vez en la que me estaba haciendo pendeja en la clase de dibujo de la prepa, haciendo mi lamina con el plumón, con el plumón tapado y cuando la maestra de Dibujo, la difunta Berta Lasses se dio cuenta, que hizo, me grito todo lo que pudo gritarme, me quito el plumón y me lo aventó a la cara, si, directo a la jeta, mientras todos veían eso, ¿Qué hice yo?, yo me fui a llorar a la biblioteca, jajajajaja, ahora me rio, aquellas veces lloraba.

Las confrontaciones de mi vida han sido muy pocas, de hecho, por eso la vez que corte con mi primer novio, fue por mensaje, es más, creo que deje de hablarle, NO ES MALA ONDA, simplemente no quería una confrontación y cada que hablaba con él para decirle que no funcionaba, terminaba accediendo a intentarlo. Por ello supongo que evito las peleas o los problemas; sin embargo a veces son inevitables, como cuando en la prepa, si también en la prepa, ese es un lugar sin cuartel, tire el yogurth de alguien en la mesa y una chica, que ya ni recuerdo su nombre, pero ella me dijo “pendeja lo limpias ahorita”, ¿qué hice?, obvio, me fui a llorar al baño. Pero como yo era la weird, incluso en el grupo de weirds, la chava que únicamente está en el grupo porque te pasa la tarea y los exámenes, pues a nadie le importo así que me quede llorando en el baño, sola, la niña sin amigos.

Mi época de adolescencia si fue mi hippie, muy holística pero debo decir que yo era esa chica que era invisible, que a nadie le importaba, así como clásica película gringa, del raro, mega raro, que nadie le habla, fueron épocas muy difíciles que me forjaron hoy en día y debo confesar, me dejaron extraños traumas.

Supongo que por ello, nunca aprendí a confrontarme, si bien tengo apariencia de ruda, soy más dulce que la cajeta, tengo un corazón de miel de maple con todos.

Por ello cuando esta cliente me gritaba, me alzaba la voz, me maltrataba, ¿qué hacía?, no, no, esta vez no lloraba, jajajajaja, solo se me quebraba la voz, me disculpaba por todo, incluso cosas que eran parte de la funcionalidad y buscaba la forma de hacerlo mejor, tan difícil era el trato con esta señora, que mi crisis de nervios de mayo, fue su culpa. Lo que nadie había logrado desde hace más de una década, ella lo logro, me hizo tener una crisis de nervios, pero yo seguía trabajando.

Hasta que el vaso se llenó y el día de hoy me llamo para que le explicará algo que claramente me había dicho que no quería que pasara, pero no lo había dicho, y esta vez me llamo para gritarme por un problema de funcionalidad de su sitio y es que cuando se habría en una pestaña nueva la liga de un pop up de su sitio, PUES ELLA CERRABA TODO EL NAVEGADOR, porque esa liga no la quería ver, se enojó conmigo porque cerro el navegador, en vez de cerrar la tab, por eso llamo a gritarme.

OMG, pero esta vez no lo iba a permitir, y mientras más subía de tono de voz y más déspota se ponía, sin dejarme hablar, pues por fin salió mi versión apta para confrontaciones, 20 años después, esta vez no llore, no tartamudee, no me puse a temblar, no se me quebró la voz, no entre en pánico, lo que me paso fue que reaccione de manera pro y mientras intentaba hablar y explicar la funcionalidad sin éxito, le pedí que se calmara para hablar, ahhhhh, pero eso de decirle a esta mujer que se calmara, fue como intentar bañar a un gato, exploto en furia, me llamo grosera, me dijo que le falte al respeto por pedirle que se calmara, que no me lo iba a permitir, que estaba siendo muy sentimental, que estaba fuera de lugar, que estaba siendo irracional, que yo estaba alterada.

Mientras más me agredía y le pedía que bajara su tono, MÁS SE MOLESTABA, de verdad que pedirle a una mujer histérica que se calme, es como decir SATANAS YO TE INVOCO; supongo que también se molestó más, porque yo era la única persona con la que se desquitaba de sus días histéricos, seguro estaba de malas porque no ha vendido nada en el buen fin, seguro ella pensaba hacer su agosto en noviembre con el buen fin; pero por dios, si das un 15% de descuento, NADIE TE VA A COMPRAR, porque eso es un insulto, y si además de eso das los mismos cupones para envió, los mismos que das todo el año, pues eso es como burlarte de tus consumidores.

Supongo que entonces yo era la persona ideal para culpar por las no ventas de hoy, pero que creen, hoy no me deje.

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