Ícono del sitio El Blog de Yes

Celebrando pendejadas

Algunos simplemente queremos ver el mundo arder, por puro hobbie, y por eso decimos que andamos celebrando pendejadas, cuando es el cumpleaños de alguien que nos causa muchas molestias recordar, pero aun así recordamos y hasta celebramos con esa persona desde lejos, claro, en plan macabro y tenebroso.

Esas son las cosas awkwards del día, que te hacen sentir que eres muy rencoroso y que deberías dejar ir las cosas, en serio, tienes que dejar ir las cosas. Porque sigues acordándote de alguien que sigue haciéndote enojar a la distancia y en su ausencia, incluso casi medio año de que no te topas con esa persona ni por error, pero sigues tan enojada/o con esa persona que todo aquello que simbolice su recuerdo, es una provocación para hacerte enojar.
Pero lo más raro de todo eso, es que no solo te acuerdas de lo malo, tambien te acuerdas de otras cosas, cómo si la mente jugará contra ti, algo así como si tu cerebro tuviera consciencia propia, y solo para joderte sabiendo que no quieres acordarte absolutamente de nada hablando de una persona, pues para que te jodas y seas miserable, te va a recordar que el 13 de mayo, es su cumpleaños, es más, desde una semana antes te avisa, que el 19 es un día que debes marcar.

Puta, que felicidad cuando pasa eso, o sea, neta, no te acuerdas cuando es el cumpleaños de tu mamá, de tu hermano, del vecino, del jefe, no te acuerdas ni siquiera dónde dejas el pinche post-it que escribiste en la tarde, pero eso sí, tu cerebro te va a recordar que es el cumpleaños de tu peor enemigo esta semana. En serio cerebro, gracias por el recordatorio y la semana entera por la que me estuviste enviando alertas de la fecha que se acercaba, neta gracias.

Que sigue, alguien que me diga cuál es el protocolo para festejar a alguien que simplemente te despierta lo peor de ti, ¿qué es?, mandar un regalo con globitos y una tarjeta que diga “púdrete desde lo más profundo de mi corazón”; acaso es lo que se tiene que hacer para dejar ir esas cosas, festejándolas sin festejarlas, esas fechas importantes, que no deberían ser importantes para ti, pero por alguna extraña razón recuerdas, te pueden y te hacen pensar en algo que no querías pensar.

¿Qué es lo que debemos hacer?, a lo mejor la clave no está en andar celebrando pendejadas, sino dejar ir las cosas; pero a veces es muy difícil hacer eso y hay fechas que se convierten en memorables y no en un buen sentido, porque te hacen recordar viejos enojos, personas pasadas que sacaron lo peor de ti, pero aún y cuando recuerdas ese peor lado tuyo, aun así sonríes y por un breve momento, por un breve instante, parecería que nada de eso existe, que solo quieres festejar a un viejo y lejano amigo deseándole feliz cumpleaños; cuando de pronto recuerdas todo y lo único que quieres decir es “púdrete”, justo en el instante cuando todo vuelve a ti.

El día de ayer, fue uno de esos días en los que quería celebrar algo, ya sabes por el puro gusto de andar celebrando pendejadas, un día que parecía ser irrelevante para todos, un día más en el calendario; pero no, el 19 de mayo, y unos días antes, extrañamente recordé que era el cumpleaños de alguien, un extraño del pasado, alguien que ni siquiera merece la pena recordarse, pero aun así me acorde muchísimo de esa persona.

Ya sabes, cómo cuando recuerdas un mal recuerdo, de alguien que fue importante un tiempo, pero después el puro hecho de recordar a esa persona, te hace hacerlo con molestia, con enfado, con enojo y con un mal sabor de boca; tal vez si es como dicen y el perdón no es posible, cuando todavía la herida no sana. Seguro esa es la razón por la cual recordar a esa persona, me pone muy negativa, con ganas de decir muchas groserías, más bien, dedicarle muchas groserías; pero extrañamente el día de ayer, esa fuerte noción de recordar a alguien, me hacía pensar:

“Vamos, es su cumpleaños. Todos merecen una felicitación de cumpleaños”

Pero un segundo después recordaba que yo no ando celebrando pendejadas.

Salir de la versión móvil