El Blog de Yes

Arcoíris en la Ciudad de México

Imposible pero cierto, si pones atención a las maravillas que están por ahí, te encuentras sorpresas que te dejan boquiabierto, con la esperanza y ganas de encontrarte más de esos milagros y curiosidades de la naturaleza. Así me paso el día de ayer, uno de esos días en los que crees que la vida será un día más, un aburrido día como cualquier otro, es más, hasta de la emoción podría haber exclamado, “que emoción, otro día más”, claro en tono irónico; pero como siempre la vida me enseña que siempre hay algo esperándome a la vuelta de la esquina, esta vez literl, para despertarme de mi letargo y darme una nueva lección:

Las cosas más sorprendentes están esperándote a que las descubras, pero no solo eso, están esperando a que las notes.

Esa fue la lección que se me repetía ayer en la cabeza, que conectará las pistas, que abriera los ojos y pusiera atención a todo aquello que me rodea, porque ahí están, me dé cuenta o no, esas maravillas estarán ahí una fracción de tiempo muy limitado, listas para descubrir aquellos que están a la espera de esos milagros, listas para asombrar a los curiosos que estaban atentos a su entorno.

De hecho esa es mi más grande consternación, pensar que iba tan distraída o que normalmente estoy clavada en mis pensamientos, que probablemente me pude perder de algo tan maravilloso como un arcoíris, pensar que por estar absorta en mis pensamientos, escuchando música o viendo la pantalla de mi celular, me estoy perdiendo de todas esas maravillas; pensar eso me preocupa, porque me estoy perdiendo de la verdadera belleza, perdida en cosas más subjetivas, cosas que a larga se perderán en un mar de datos, así que el día de mi muerte no tendré bellos ocasos, amaneceres o espectáculos así de bellos, porque cuando pude estaba viendo la pantalla del celular.

Eso me preocupa, perderme la vida en cosas efímeras.

Pero bien, seguro has de estar pensando “esta tipeja ya se drogo o soño con ponys, unicornios, osos rosados y flores voladoras para que se esté alucinando con pinchurriento arcoíris”, que por cierto, te aclaro, nada de eso paso. Sin embargo últimamente veo la vida de una forma muy poética y onírica, una forma de ver la vida en la que esas cosas, esas casualidad de la naturaleza me asombran y mucho más cuando nunca en la vida había visto uno.

Esta vida mega tecnológica, nos está alejando de cosas que antes eran básicas, cosas que se disfrutaban frecuentemente como los arcoíris en el DF, ahora ver uno, es un poco menos raro que encontrarte con un unicornio.

Lo admito, no lloré por ese milagro de la naturaleza, pero mi alegría era tan grande, que cuando llegue a mi casa, solo pude contarles a todos como niña pequeña “vi un arcoíris”, claro, mi hermano me hizo sentir muy boba, diciendo, “eso que”, y cuando exclame que son más raros que una persona honesta en una gran urbe, me dijo que estaba exagerando, pero luego pensé, nooooooooo, mi hermano está loco, acabo de encontrar una aguja en un pajar y nadie me lo va a quitar.

Y saben que fue lo más loco de encontrarme con ese arcoíris, que nadie le prestaba atención, para todos eso era algo irrelevante, algo que no merecía ni siquiera contemplarse, mientras yo pase mucho tiempo mirando ese pequeño milagro de la naturaleza, que en ese momento fue exclusivamente para mí, afortunadamente llevaba mi teléfono celular, jajajajajaja, obvio, no salgo sin él y pude tomarle una foto a mi arcoíris, ese que fue única y exclusivamente para mis ojos, hoy, lo comparto contigo para que tu también descubras que todavía existen los milagros, por lo menos de la naturaleza, ahora el siguiente paso es esperar a que se forme de nuevo para ir a buscar al duendo que vive bajo ese arcoíris y exigirle que me dé su cubeta de oro.

Por cierto, el humor negro de la naturaleza, fue que el arcoíris parecía formarse en el banco, jajajajajajaja, ESA HISTORIA DE MI ARCOIRIS y el banco, les juro que me acompañara cuando muera y vea toda mi vida en un parpadeo.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

Los comentarios están cerrados.