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Ansiedades modernas

Antes, ansiedad era llegar tarde al trabajo o tener que meterse al metro en hora pico, pero, la vida cambia y con ella las ansiedades también, y ahora estas nuevas manías emocionales nos llevan a nuevos miedos, inseguridades y lugares oscuros de la mente.

Mientas en un tiempo eran ¡Malditos traumas de la niñez!, ahora es ¡Maldita sea con las ansiedades modernas!

Pero, la ansiedad no es cosa nueva, y desde siempre, sin importar nuestra edad, los humanos nos hemos caracterizado por vivir en la neura, en un estado de ansiedad crónico que nos tiene al borde de la histeria en una crisis constante; cosa que ya sabemos, y a nadie se le tiene que recordar que literalmente todos, estamos a un paso de que nuestras neurosis estallen por culpa de la ansiedad. Supongo que hablar de eso, resulta hasta una obviedad o pleonasmo.

Sin embargo, lo que ahora es nuevo con el tema de las ansiedades, es que, el delicado balance entre ansiedad y funcionalidad ha sido quebrantado, y en los últimos meses, esta tenue capa, o tal vez la palabra era línea, que dividía la ansiedad de ser funcional se está desdibujando y ahora nos encontramos en terrenos nuevos en los que somos presas de las ansiedades modernas.

Y como dice el meme, saber que la única persona que tiene la clave para vivir en armonía y poner a raya esas ansiedades, es uno mismo, eso da más ansiedad que nunca.

Esto hizo que me quedará pensando en las nuevas ansiedades modernas y en cómo la vida post Covid-19, o, mejor dicho, la vida en pandemia cambio, nos cambió para bien o para mal; y si bien, hay algunos optimistas o ingenuos, como quieras llamarles es indistinto, ven la salida del túnel Covid cerca, todos los que somos ansiosos, neuróticos e histéricos sabemos que eso no pasará y la vida como la conocíamos será un recuerdo histórico, algo bello y nostálgico para contar y decir, “en mis días”

Mientras un masivo ataque de pánico se está gestando.

Pensar que antes uno se angustiaba por cosas más simples y triviales, las cuales, por cierto, ahora se extrañan, y, no sé, algo que parecía antes una pesadilla, como ir a la oficina a lidiar con los idiotas del trabajo, bueno, ahora se ven con nostalgia y se les extraña.

Porque la vida cambio, y ahora las ansiedades modernas son no traer el cubrebocas, o la simple idea de salir de casa es algo que puede causarnos un gran pánico; tanto, que, de hecho, últimamente mis pesadillas cambiaron, y en vez de soñar que voy a un examen sin estudiar, ahora mi pesadilla más angustiante es soñar que estoy en un lugar público, sin cubrebocas, de hecho, es más horrible ese sueño, que la idea de soñar que estoy desnuda en público.

Ah, quien lo diría, como cambian las ansiedades.

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