Cuándo dices “Amarte, naaaa” y es todo lo contrario
¿Quién no ha estado en esa situación en la que, a pesar de lo que dice tu corazón, tu boca se atreve a pronunciar “Amarte, naaaa” como si fuera la frase mágica que va a borrar todo sentimiento y pasión que sientes? ¡Ay, la ironía del amor! Es como si tu corazón y tu cabeza estuvieran en una pelea de box con árbitro y todo. Te invito a que nos adentremos en este juego de contradicciones que a todos nos ha pasado en algún momento.
La Negación Como Estilo de Vida
Primero que nada, vamos a establecer algo claro: cuando dices “Amarte, naaaa”, te estás lanzando la más grande mentira que puedes contar. Es como cuando alguien te ofrece verduras y tú, en un arranque de rebeldía, declamas que tu amor son las pizzas y los tacos. Pero en el fondo, sabes que esa persona ha entrenado tu corazón a niveles de pasión dignos de una telenovela mexicana. Aquí van algunos ejemplos:
- Amor del “no siento nada”: Estás con tu crush, miras sus ojos y el mundo se detiene. ¿Cómo es posible que digas “Amarte, naaaa” cuando tienes mariposas en el estómago que podrían llenar un zoológico? ¡Miente, miente sin remordimientos!
- Las historias de “no me importas”: Te mandan un mensaje, y en lugar de responder como el buen amante que eres, decides que es mejor hacerte el indiferente. Pero, en realidad, estás escribiendo mil respuestas en tu mente, mientras los sentimientos corren en una maratón sin control. ¡Amarte, naaaa! Dices, mientras tu corazón grita que no puede creer que te haya ignorado durante 5 minutos.
Amistades con Beneficios… O No
Aquí es donde las cosas se ponen aún más divertidas. River Plate contra Boca Juniors, el clásico que nunca acaba, así es cómo te sientes cuando involucras el “Amarte, naaaa” en una relación de amigos con beneficios. ¡Sí, amigo! Estás ahí, con esa persona que te hace reír y sentir mariposas, y de repente:
- “No, no quiero una relación”: En el fondo sabes que cada vez que están juntos, la tensión sexual podría derretir el hielo del Ártico. Sin embargo, sigues proclamando que no deseas nada serio, mientras tus amigos te dicen “¿Ya viste cómo te mira?” y tú, con tu mejor cara de poker, le contestas “Amarte, naaaa”.
- Las excusas más absurdas: Puedes decir que no te gusta salir con gente tan atractiva. ¡Claro! Porque el hecho de que te ponga nervioso y que quieras que lo vean en la portada de su revista de modas no es nada. Es solo que ese “Amarte, naaaa” suena más convincente, ¿verdad?
El Gran Escenario de “Amarte, Naaa”
Y lo mejor de todo es cuando decides hacer un gran espectáculo de tus sentimientos. Imagina que estás en una situación social, rodeado de personas y de repente se habla de relaciones. Ahí es donde entra el clásico “Amarte, naaaa” en su máxima expresión:
- La comparación: Te sientes en tu mejor momento, y a pesar de que tu mejor amigo acaba de mencionar todas las cosas que aman de sus parejas, tú respondes con un tono divertido: “Amarte, naaaa… mi amor son las películas y las palomitas”. Pero en secreto, estás pensando en invitar a ese alguien especial a maratones de películas todos los fines de semana.
- El momento de lucidez: Al final de la noche, te das cuenta de que, a pesar de tus intentos por sonar desinteresado, no puedes dejar de revisar tu teléfono esperando un mensaje de esa persona. Tu corazón, claro, no entiende de “Amarte, naaaa”.
Así que la próxima vez que digas “Amarte, naaaa”, recuerda que, aunque tu boca se atreva a desmentir tus sentimientos, tu corazón tiene planes propios. Ya sea que estés navegando por el mar de las relaciones, lanzando comentarios ingeniosos o disfrutando de la confusión que trae el amor, ¡no te olvides de disfrutar el juego! Porque al final, ¡qué divertido es ser humano y estar en este enredo llamado amor! No hay nada más irónico que hacer de la negación una forma de vida, mientras tu corazón canta entre susurros: “Sí, claro que te amo, ¡amarte, naaaa!”