Filosofando

Adultos modernos

Es muy curiosa la vida adulta, muy, muy curiosa y más en esta era moderna en la que todo es 2.0, todo es digital y todos estamos conectados; es más, hasta se siente que se finge eso de ser un adulto moderno, y no por lo moderno, sino por lo adulto y es que resulta que la vida cada vez se hace más complicada y extraña. Ahora las relaciones se han dirigido a oscuros lugares en la mente, en el que la mayor interacción sucede en nuestra cabeza y no en la realidad, lo más extraño es que perdemos la noción de que tanto es imaginación y que tanto es realidad.

Así que me puse a pensar en la vida adulta, lo que significa, sus complicaciones y no pude entender mucho, solo llegue a la conclusión de que seguimos siendo niños, tratando de comportarnos como adultos modernos y sofisticados que conocemos al mundo, que lo disfrutamos, que lo entendemos y que por supuesto lo dominamos con sus complejos códigos, a los cuales le añadimos mucha más complejidad.

Pero sabes, somos niños vestidos de adultos y cuando hicimos eso, nos quitamos las mejores características de ser niños y nunca adquirimos las mejores cualidades de ser un adulto. Bien, pero no todos los adultos modernos, son pequeños niños rabiosos descontrolados, no, afortunadamente si hay adultos modernos pero la mayoría somos pequeñitos que sin rumbo nos comportamos erráticamente buscando la libertad, la independencia y la vida.

Tal vez esa es la razón por la cual el mundo sigue tratando como niños a muchos adultos modernos, porque a pesar de lo grandes que se vean, todavía siguen siendo indefensos y descontrolados; y creo que debería incluirme, porque todavía sigo sin comprender lo que significa ser un adulto, pero no un adulto moderno, sino un adulto responsable, sabio y cabal.
Pero bueno, quien querría ser así, cuando nos pintan ese tipo de adultez de una forma muy aburrida, cuando es más divertido ser de esos adultos modernos, que juegan a conquistar el mundo.

Y lo más extraño es que nosotros, sí, esos adultos modernos, nos perdimos de lo mejor de dos mundos, la inocencia, la ternura, la capacidad para creer y confiar y asombrarnos de los niños y también nos perdemos de la madurez, la sabiduría, la estabilidad que conlleva la vida adulta. Pero ese extraño periodo que sucede justo después de la infancia y entre la vejez, ese corte pero eterno lapso de tiempo, tratamos de ser algo que se espera de nosotros, en vez de simplemente ser quienes somos, sin complicaciones, sin malas intenciones, sin interpretaciones, sin lógica, simplemente ser.

Aunque bueno, todas esas complicaciones y reglas son necesarias para poder coexistir, el problema es que los adultos modernos llevamos la vida y el proceso de vivir a un nuevo nivel de complejidad en el que todo necesita ser analizado, expuesto y desmenuzado hasta estar satisfechos; lo malo es que nunca encontramos esa satisfacción sobre la extraña necesidad del control.

Creo que la respuesta no está en fingir que somos adultos modernos, sino realmente intentar llegar a esa etapa de madurez mental y emocional; no deberíamos acelerarnos para convertirnos en esos adultos modernos y exitosos que tienen todo bajo control, sino que deberíamos aprender primero a ser adultos.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com