Tecnología

Soy adicta a las comas

Hey, calmados dije comas, y no comer. MUY DIFERENTE.

Ya sé que tengo cara de glotona o algo así, pero en este caso dije COMAS, obvio me refiero a las que se usan en la redacción de un texto, aunque ya entrados en confesiones, para que lo niego y debo decir que si también soy adicta a comer. Pero eso no tiene nada que ver en este texto que habla específicamente de mi abuso de esta forma de puntuación en un texto.

No sé cómo sucedió esto, no recuerdo cuando empecé a abusar de las comas, de hecho, yo era el caso contrario y podía escribir largos párrafos de textos y me olvidaba por completo de las comas; tal vez fue por eso que pasé al lado opuesto del espectro de redacción y el haberlas omitido tanto hizo que ahora las use en la menor provocación.

Tal vez esto sea como una dieta súper restrictiva (sí, sigo con las cuestiones alimentarias, ya lo acepté, me encanta comer, tanto que será una referencia de todo lo que yo diga, escriba o haga) y cuando dejas de comer por tanto tiempo inmediatamente la rompes te atragantas de comida. Tal vez así me paso con las comas y ahora las amo, las adoro, y las uso cada que tengo que hacer una pequeña pausa en mis textos para que les dé sentido y contexto, obvio, según yo.

Además de confesar que mucho de mi aprendizaje en la redacción es empírico, y escribiendo, escribiendo y escribiendo fue la forma en la que según yo aprendí dónde va qué; pero creo que he vivido en un gran error y todavía tengo mucho que aprender sobre redacción, puntos, comas, punto y comas, así como otros elementos de puntuación que me paso por el arco del triunfo.

Y debo decir que Word no me ayuda, y el programita este, también es bastante fanático de poner comas por aquí y por allá, así que, juntos terminamos abusando de las comas, aunque ya comienzan a regañarme por este abuso indiscriminado de este signo de puntuación.

“Usas muchas comas”

Al principio me indigno esa acusación porque las comas nunca están de más, pero, acepte el reto: quieren un texto sin tantas comas que se entiende, yo sé que puedo hacerlo, pero obvio lo hice solo en ciertos textos, saciando mi necesidad de poner comas en todo lo demás.

Eso fue hasta que un comentario de un lector felicitando los buenos contenidos, pero criticando el abuso de las comas, eso me hizo pensar, “¡Caray, tal vez si tenga una fuerte adicción a las comas!”, (creo que nadie en la vida había pasado por esto, lastima ya estaba pensando en apuntarme en los grupos de apoyos de las comas), en fin, eso me hizo pensar que tal vez deba moderarme y frenarme cada que estoy a punto de colocar una coma.

Tal vez, solo tal vez.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com