Si hay un contenido en el 2018 del cual me quejare, primero sin conocimiento de causa, y ahora con conocimiento, es la nueva serie sensación de Netflix, la serie biográfica de Luis Miguel, que de serie no tiene nada, y más bien se centra en el ramo de las novelas chafas de televisión o hasta web series de chismes de los famosos, ahí está esta serie que causa un gran furor entre los mexicanos que muy desfasados en el tiempo disfrutan de chismes sucedidos hace más de 30 años.
Inaudito, ¿no?
Así es, yo soy de esas corriente de personas que criticará enfáticamente la serie Luis Miguel, por no solo es mala, con una narrativa mala, además y por si fuera poco esta serie clasista retrata lo peor de la sociedad mexicana y la eleva, la ensalza y recuerda con gusto y con nostalgia comportamientos malos.
Hace poco leí en un periódico importante que esta serie glorificaba a los juniors, Luismirreyes y demás personas pedantes que se aprovechaban de su dinero, fama y poder.
Y de eso habla esta serie.
Además, por si fuera poco, es aburridísima y ver chismes de los años ochentas, dios mio, es como ir al consultorio del dentista y ponerte a leer el TvChismes de 1987, con páginas pegadas, sucias, olorosas y derruidas por el paso del tiempo.
Pues bien, me había negado a ver este engendro de la televisión, me había negado a llamar “el sol” a Luis Miguel, pero la verdad, debo decir que este fin de semana, tuve un fin de semana muy malo, hablando de aburrimiento y literal era ver Luis Miguel o picarme los ojos, eso me dejo fácil la elección y vi de forma continua y sin parar esta serie.
Si el ocio es la madre de todos los vicios, el aburrimiento es padre de las cosas más absurdas que hacemos hoy en día, en mi caso ver Luis Miguel, que después de verla, sigue sin gustarme, ahora, si me quito el aburrimiento mientras criticaba esta serie y ahora más que nunca sigo sin comprender cuál es la sensación por esta novela chafa que sigue endiosando a un ídolo en decadencia.
Espero no tener nunca más otro fin de semana tan aburrido, juro que la próxima vez que me sienta así de aburrida mejor saldré a visitar un museo, porque ahora tendré para reponer las neuronas que el sol mato en mi cerebro.