7 cosas horribles de la vida Godínez

Hay algo en el ADN de los millennials, que hace que no nos guste, pero para nada la vida Godínez; es en serio y hay mucha repulsión y aberración entre los jóvenes hacia este estilo de vida, que es cero atrayente, muy aburrido y hace a toda una generación de personas correr hacia el emprendimiento y nuevas, así como mejores prácticas laborales.

Cualquier cosa es mejor a ser un Godínez de 9 a 6, es más, ya hasta planeo ser NiNi (ni estudia, ni trabaja, y agregó ni hace nada) antes que Godínez; bueno, no tanto así, pero la idea de estar atrapada en una oficina mientras el día es hermoso y puedo perseguir mis sueños.

Por lo menos yo, creo que ya sé cuál es la respuesta.

Este es el estandarte millennial: emprendimiento y creatividad

Pero bueno, tampoco hay que ser genios y no se necesitan poderes mágicos o ser un gurú empresarial, es más, ni siquiera es necesario ser coach de vida para entender que el estilo de vida Godínez es horrible.

A nadie, absolutamente a nadie le gusta, ni siquiera a los Godínez corporativos, que ya más bien se acostumbraron día tras día a sentarse en un escritorio a trabajar.

Y es que el punto, no debería ser trabajar por trabajar, sino tener pasión por lo que se hace y disfrutar al máximo esa actividad.

Ese debería ser el enfoque de las compañías, pero en vez de eso, muchas de ellas tiene horarios, máquinas que checan la llegada y personas atrapadas en un estilo de vida muy monótono y aburrido.

Pero ¿qué tan horrible puede ser un Godínez?

MMMMMM, para responder esta pregunta debemos recurrir a la inmensa sabiduría de los memes, que nos recordarán de forma graciosa la parte difícil de ser un Godínez, perdón, quise decir asalariado.

Pero está es una pequeña parte de lo horrible que es ser Godínez y si tú lo eres, te reirás diciendo, es cierto, “me caga ser un Godínez”.

Y para muestra, un botón, bueno, pues así dice el dicho y hoy veremos las 7 cosas más horribles de la vida Godínez, como a mí me gusta decirle “vida Godín”

Viajar en la hora Godínez, no importa que sea metro, metrobus, el micro, pesero o cualquier versión de transporte público, cualquiera va infamemente llena y ruegas a lo más sagrado que no te vayan a aplastar.

Y ni se diga soñar con pedir Uber, porque tú sueldo es de Godínez.

Ruegas porque te toque un asiento en el transporte, si es de lo más feo, pero a esa hora solo ruegas e imploras que, por favor, por favor te toque un asiento o el destino te mande un metro vacío en la estación que está a reventar.

Todos se burlan de ti por ser Godínez, como si fuera tu elección, eres el centro de la burla de todos.

Tu comida sale de un tupper, siempre, de los siempres tu comida está confinada a un recipiente plástico y sin importar cuánto tiempo pases acomodando la comida todo termina revuelto en una especie de masa verde amorfa con un sabor extraño.

Hay que hacer cola para usar el microondas de la empresa, en realidad hay que hacer cola para lo que sea, usar el baño, la copiadora, en fin, es una larga fila de más Godínez.

Tu mayor preocupación en la mañana es checar, siempre estás apurado para llegar temprano y checar tarjeta y evitar que te suspendan.

Tienes una gran ética laboral que te hace terminar haciendo el trabajo de todos, incluso el trabajo de los becarios.