Ícono del sitio El Blog de Yes

5 años después aprendí como se prendía correctamente la estufa

¡Bien Yesica, muy bien! y todo gracias a que un día random mi Mamá veía como su teletubbie hija prendía la estufa, de no ser por ella, seguiría prendiéndola primitivamente. Ay lo que son las casualidades de la vida, lo que es ser un idiota que ni por equivocación sabe prender la estufa y esta a punto de dañarla en el mejor de los casos y dejarla inutilizable.

Creo que si descompusiera la estufa, esta vez si me la cobra mi Mamá.

Pero es que yo pensé que lo hacía correctamente y pues tengo 5 años usándola, como iba a suponer que solo se gira la perilla se suelta y se aprieta el botón de encendido ¿CÓMO? a mi nadie me dio el manual para leerlo, aunque francamente si me lo hubieran dado no lo hubiera leído, PUES ES UNA ESTUFA, qué clase de ciencia puede necesitarse para prenderla, eso hubiera pensado. Y no te rías de mi, dime por favor cuantos de los aparatos que usas cotidianamente incluidos electrodomésticos leíste el manual, pues lógicamente ninguno, los manuales no se leen un hecho científicamente comprobado, la gente le pica a las cosas hasta que funcionan, aunque lo hagan mal, mientras funcione no hay problema, aunque no seamos consientes de que el aparato se pueda dañar, que ciencia puede haber usando la lavadora, solo se conecta se le pica a todo y ella funciona SIMPLE.

Empiezo a sospechar que es mi culpa que se hayan roto tantas veces las perillas de la estufa, y pensándolo bien, tal vez si tenga que ver. Rayos ya le debo a mi Mamá como $1,000 en repuestos de perillas y no logro entender porque cada mugrosa perilla cuesta $100 que clase de mundo tan bizarro para que una vil perilla de estufa cueste $100, ¿en que clase de mundo vivimos? Ah si, uno que permite que idiotas sin conocimiento de causa prendan una estufa corriendo el riesgo de incendio, bueno, a eso no llego todavía. Pero es que en mi código genético no viene el ADN femenino, creo que fue algo recesivo, definitivamente es culpa de mi ADN defectuoso que no sé cocinar, planchar, lavar o ser femenina. ¡Maldita sea!

Afortunadamente eso de ser hogareña no es lo mio y no necesito serlo, puesto que soy la terapia ocupacional de mi Madre y le doy un sentido a su vida: uno practico, en el que al mero estilo de Plaza Sésamo se le enseña a un adulto a usar electrodomésticos sin dañarlos.

Lo juro, yo que iba a saber que no tenía que dejar apretada la perilla, fue algo instintivo eso de girar presionar la perilla y oprimir el interruptor de encendido. Ahora el que lo haya hecho mal durante tantos años, explica porque tardaba tanto en prender la estufa, mientras que con los demás encendía a la primera.

Salir de la versión móvil