La experiencia de volar, es una que no se compara con nada en esta vida, y desde que llegas al aeropuerto con los nervios y la emoción de viajar, hacen que esta sea una experiencia única en la vida.
Pero cuando abordas el vuelo, descubres con horror ciertas experiencias que solo pasan en este lugar.
Nunca se entiende lo que dicen las aeromosas
Cuando las aeromozas hablan, no entiendes ni madres, yo pensaba que me costaba trabajo entender el inglés, pero en español es lo mismo, tal vez hablen otro idioma, el idioma del aire, ya sabes, como la gente rara que habla elfico o klingon, seguro las aeromozas hablan el idioma del aire y por eso nadie entiende un carajo de lo que dicen nunca.
Porque ni siquiera prestando atención, no es posible, no es que hablen rápido, hablan otro idioma, y solo puedes seguir con la mirada sus instrucciones.
Incluso, cuando vas a mitad de vuelo y hacen algún aviso, no entiendes, por más que sean cuatro palabras, así que solo rezas para que sea el aviso de que ya están disponibles las películas o van a pasar con el carrito de comida y no sea una emergencia.
Nunca funciona tu lugar
Nunca funciona tu lugar, ya sea la película, el enchufe o el asiento declinable.
Neta, no entiendo como de un vuelo con muchos lugares y asientos, a ti te toca el lugar que no funciona, y puede ser que no funcione el asiento, el nivel de volumen, la pantalla, algo nunca va a funcionar en tu lugar del avión.
Cada que despega todos tienen sus rituales
Hay quienes ríen, otros lloran, unos se ponen nerviosos, otros cantan, hay quienes repiten frases, están los que oran, no importa que hagan, todos a la hora del despegue tienen un ritual de la suerte para protegerse.
Siempre te toca con alguien ruidoso, niño o adulto
Encima de que tienes la mala suerte de que nada funciona en tu lugar, encima te toca siempre con alguien ruidoso, que se hace notar, que no para de hablar y encima esta de encimoso, con sus cosas, su actitud y siempre está invadiendo tu espacio vital con sus cosas, sus miles de maletas y su actitud.
