¿Estará mal que lo diga?

Probablemente sí.

Y también sea muy criticable y cuestionable mi autoelogio, sin embargo, lo digo desde lo más profundo de mi parte analítica de mi hemisferio cerebral izquierdo SOY EXTREMADAMENTE BUENA: escribiendo; en realidad, haciendo cualquier cosa.

No en vano lo dije una vez y ahora lo repito, es más se lo sostengo a cualquiera MI NOTA ES MEJOR QUE LA TUYA, ¿eso me hará una persona infantil, inmadura y presuntuosa?, tal vez sea afirmativa la respuesta; pero en qué medida uno tiene que valorar su trabajo en relación con los demás, en la medida que uno desee ser mejor, en la medida en la que uno quiera revolucionar al mundo, en la medida en que uno quiera pensar y hacer pensar a los demás.

En la medida en la que uno quiera salirse de los paradigmas establecidos.

Nunca me ha gustado copiar, pero al hablar de temas de intereses general siempre habrá distintas versiones y opiniones, siempre habrá dos notas sobre el mismo tema, y siendo esto así, siempre habrá una nota mejor que otra sin importar el orden. Siendo parte del oficio de un comunicador, aunque sea uno autonombrado, es, comparar su trabajo con los demás, pero no en un tono de autoelogio, sino en uno de competencia.

Supongo que autocriticarse es siempre peligroso, por eso de caer en terrenos infructuosos que estanquen la mente para bien o para mal, no obstante mirar con ojos críticos y objetivos el trabajo propio y el ajeno te hará crecer sin parar, para poder afirmar siempre: SI SOY MEJOR QUE TÚ y no es que me dé gusto, bueno un poco, pero por mí, no porque me sentía superior, sino porque estoy haciendo bien mi trabajo, porque la pasión que siento por escribir, contar y comunicar hace que supere cada día los retos planteados, para que desde lo más profundo de mi hemisferio cerebral derecho pueda contarte una historia digna de ser contada y fuera de lo común, lo que hace diferente a los que siguen de los que guian.