Filosofando

Todo lo que digas será usado en tu contra

Recuerda no lo olvides nunca, y esta es probablemente la lección de vida más importante que alguien pueda darte, todo lo que digas será usado en tu contra, recuérdalo, porque puede y será usado contra ti siempre.

Así que incluso conectando el cerebro con la boca antes de hablar, conversando con honestidad y de forma directa, a veces es mejor callar; porque cuando menos lo piensas, cuando menos lo quieres, esa verdad dicha por ti con mucha profundidad, regresará como un bumerang para darte directo en la jeta, entre los ojos y la boca, es decir, la nariz.

Es muy bizarro, pero a veces ser honesto, directo y neta, tiene más desventajas que ventajas en la práctica y lo descubres cuando lo que dijiste regresa contra ti; y todas esas frases profundas arraigadas en conocimientos o sentimientos verdaderos, son usadas contra ti, en ese momento descubres que es mejor quedarse callado.

Aunque me niego a vivir en un mundo, en el que se calla la verdad, se omiten los sentimientos y se deja al sentido común al mando de nuestras reacciones e interacciones para medio vivir, aunque bueno, el beneficio tácito de ser prudente en lo que decimos, en ser un político diplomático más y decir muchas cosas sin decir nada, es que nadie nunca te va a reclamar absolutamente nada. Pero hacer eso, evita que tus verdaderas emociones y sentimientos interactúen con el mundo.

Entonces hay de dos sopas, decir las cosas y ponerte una armadura o traje espacial, ya sabes, porque están súper hechos para proteger, y esperar a que lo que dijiste lo usen contra ti; pero viviendo, sintiendo emociones, dejando el alma, plasmando tu corazón en todo lo que tocas. O puedes vivir sin decir nada, callando lo que sientes y haciendo de tripas corazón porque siempre están en tu mente atorados muchos hubiera hecho, hubiera dicho, no me hubiera quedado callado.

Pero cada quien decide si habla o calla, si espera a lo que dice sea usado en su contra o usa las palabras para que ellas pongan al mundo en acción.

Sin embargo no entiendo, porque el mundo tiene que ser así, porque hemos tergiversado tanto las cosas, las relaciones, las emociones y las palabras para llegar a un mundo en el que ser honesto y decir las cosas como se sienten, son más un perjurio que una ayuda. Me pregunto, ¿Qué paso?, ¿Cuándo erramos el camino para convertir las cosas o las palabras en algo malo?, para usarlas a conveniencia en contra de la verdad.

En este momento estoy en un gran debate filosófico interno, claro, unilateral, no hay muchos que quieran o puedan debatir en torno al tema sobre la verdad, la honestidad, ser directos. Porque todo lo que digas será usado en tu contra; y repito, me pregunto en que mundo tan bizarro vivimos, para que una verdad, un valor universal, objetivo, cuantificable, medible y tangible, obvio, midiendo valores intangibles, me pregunto, como la verdad/honestidad se puede volver contra alguien, ¿cómo?, ah claro, la retórica es un arma de doble filo, que siempre está a la espera de la persona más hábil para usarla a su favor.

Y esta es una lección que mi padre, el Sr. Flores, me ha querido transmitir toda la vida, el hecho que no siempre se puede ser honesto o expresar la verdad, mmmmm, extraño, ¿cómo la verdad puede ser mala?, en serio, si todo lo que considero honesto, bueno e ideal, todo eso esta truncado en que la verdad triunfara como algo positivo y deseable.

Supongo entonces que sí, soy muy ingenua o muy inocente, porque todavía no entiendo que la verdad, no es el mayor anhelo de esta sociedad, que la usa a conveniencia propia, a veces a favor, a veces en contra, pero siempre para los mejores intereses de algunos.

No hablo de complots gubernamentales, yo hablo de una esencia más básica, hablo de nuestro entorno inmediato, en el que amigos, conocidos, familiares y todos, usan las cosas que decimos un día para bien y al día siguiente, esa misma verdad universal positiva, se transforma en algo malo.

Te has puesto a pensar como a veces la honestidad puede estar en tu contra, lo has hecho, yo sí, porque esta semana la verdad se volvió contra mí, la honestidad y el hecho de decir las cosas como lo siento, no fue buena idea. La empatía que siento con las emociones de otras personas y me hace expresar ideas y sentimientos, jugo contra mí.

La verdad, hablar con sobre verdad y honestidad, es todo un debate en el que debemos elegir si jugamos el juego de los demás, o nos apegamos lo más que podamos a quienes somos, a nuestra esencia para descubrir si decimos las cosas, sin importar que las usen contra nosotros, o nos callamos por miedo a lo que pasara, a lo desconocido y a nuestras interrelaciones.

Hablando por mí, creo que esa lección de vida, la seguiré omitiendo, porque prefiero morir diciendo lo creo que es correcto, o vale la pena decirse, a quedarme callada porque es lo mejor a mis intereses. Después te toca decir a ti, si hablas y corres el riesgo de recibir un “bumerangazo” o simplemente te quedas en tu zona de confort.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com