Filosofando

No robaras

No robaras más que un mandamiento, el séptimo para ser más precisos, esta debería ser una regla ética moral que todos deberíamos tomar en serio y aplicar siempre; no simplemente es un viejo dicho que nos dicen nuestros padres y abuelos, sino deberíamos considerar ciertos principios como este, pilares de convivencia en todas nuestras relaciones.

Pero bien, todos lo decimos algunos en broma y otros en tono más en serio, “no robar”, regla básica, muy básica de la vida; pero cuantas personas se han permitido caer en esta tentación, como si fuera un tropezón, cuantos de nosotros podríamos decir de forma honesta, yo nunca lo he hecho, ni siquiera presentada la ocasión. Ya sé, suena a que estoy a punto de hacer una horrible confesión en este caso, pero no, soy y he sido muy ética desde que aprendí la lección sobre robar, muy temprano en la vida, cuando me robe unos colores en segundo de primaria y créanme después de eso, en mi mente nunca ha sido una posibilidad repetir nuevamente esa acción.

Sin embargo quiero ser más actual y no verme tan anacrónica, pero en esto hay muchas imprecisiones, ya saben, todo lo que sea legal tiene muchos hoyos, incluso cuando se habla de un valor ético como este. Pero en la actualidad lo que es robar es parcial y se puede manejar de una forma un tanto libre, a conveniencia, de la persona que juzga o critica ese acto. Es decir, si yo tomo algo para equilibrar una situación, nooooooooo, eso no es robar, más bien se equilibra de forma manual una situación. Si me llevo un toner de la oficina y un paquete de hojas para mi impresora, noooo, tampoco es robar, no, en la oficina hay muchos, como discos duros, memorias o folders, eso no es robar. O cuando en casa tu hermano o tu mamá deja cambio que tomas, nooooo, no es robar, lo estas tomando prestado, algún día lo regresarás.

Hay muchas acciones dentro de nuestra vida diaria que vemos como si nada, sin implicaciones éticas o morales, acciones que tomamos sin pensar en segundos, tomar cosas que no son de nosotros para usarlas a nuestro beneficio, para conservarlas o para considerarlas nuestras.

¿Alguna vez te han prestado un libro, un DVD, una playera o una camisa y no la has devuelto?, o ¿alguna vez has prestado algo sin que te lo devolvieran?; creo que todos lo hemos hecho, y no importa, no son delitos graves, es más, ni siquiera nos remuerde la conciencia tener un CD de música de un amigo que tiene años que no vemos, es parte de la vida y la convivencia; pero no por ello significa que esas pequeñas acciones que hemos dejado pasar por alto, estén bien.

Tampoco estoy diciendo que estas pequeñas acciones sean el comienzo del fin, pero ciertamente si todos tuviéramos dentro de nosotros esa pequeña consciencia que nos hace diferenciar todo el tiempo lo bueno de lo malo, tal vez las cosas no estarían tan mal, hablando de nuestra sociedad mexicana; tal vez sea cuestión de regresar un poco a los principios, a la moral y a apelar a lo bueno que existe en cada uno de nosotros.

Robar está mal, y no únicamente por que lo diga la biblia y yo ande dando choros moralistas y paternalistas, hay cosas que deberíamos procurar y cada que estemos tentados a tomar algo que no sea nuestro, aunque nadie lo use, deberíamos recordar que eso no es nuestro y que cualquier cosa que tengamos en nuestro poder, debería ser ganada por nuestro esfuerzo.

Sin embargo no me puse a pensar en el séptimo mandamiento pensando en asuntos políticos, burocracia o corrupción, que ciertamente son tiempos muy tensos hablando de esos temas; yo me puse a pensar esto porque el otro día cuando estaba en una comida, a uno de los participantes, a su mujer le robaron su iPhone, claro, con el mecanismo de localización lo ubicaron en la Roma, llamaron para ofrecer una recompensa de $500.00

Todo ese asunto me puso a pensar en cómo reaccionamos ante los robos, ya sabes, al vivir en una ciudad tan grande, tan poblada y loca como el DF, descubres que ser víctima de la delincuencia es algo normal y solo te queda pensar positivo o lo mejor de esa situación, así somos los chilangos, nos decimos “pero no te paso nada” y luego hablamos de las ratas de la ciudad que roban nuestras cosas y lo mal que esta la ciudad; pero pues no hacemos más, no inculcamos valores a los niños y muchos de nosotros, hacemos eso mismo, pero diferente, porque llevarte cosas del hotel cuando estas de vacaciones, eso es parte del DEAL que pagas cuando rentas esa habitación.

No sé, esto de aplicar el séptimo mandamiento debería tener otros principios y principalmente entender que cuando una sociedad tiene condiciones iguales de desarrollo y oportunidad, es más fácil evitar y prevenir cualquier tipo de violencia o delito.

Sabes yo nunca lo haría y ni siquiera pensando en el karma, para mi actuar en función del karma es un acto egoísta, que atento primeramente contra todos los principios del karma. Digo, a mí me da mucha risa las personas que fundamentan su vida en función del karma, ya saben, no hacen nada malo para que no se les regrese Y NO PORQUE ESTE MAL Y SEA INCORRECTO, noooo, muchas personas no tratan mal a los demás, para que la vida no les regrese malos tratos.
Saben que, a las personas no se les trata mal, PORQUE ESTA MAL, porque son seres vivos, personas que merecen respeto, no los tratas bien esperando algo a cambio, eso es ser convenenciero, tratas bien a las personas porque es lo correcto, Y NO PORQUE ESPERES ALGO por tu buen acto.

Vivir en función del karma: no hago algo para que no se me regreso, PUTS, es lo más convenenciero del mundo que haya escuchado; pero que va, hay personas que hacen el bien, para tener bien. Algo es algo, aunque sea pensando únicamente en forma egoísta, es mejor que nada o un montón de personas haciendo malas acciones.

Esa es la razón por la cual yo nunca robaría nada, porque está mal, es un principio moral que no puedo transgredir, porque mi consciencia me lo impide ferozmente, así que yo soy de esas personas que puedes dejar con tus cosas y créeme, las respetare, es más, recuerdo cuando en mi época universitaria, cuando me ayudaba con mis gastos, aquellos años daba clases de computación a gente rica, obvio, en esos años solo los ricos se daban el lujo de tener tutores en casa, maestros que según contrataban para aprender, pero seamos honesta, me pagaban $250.00 la hora para ir a hacer la tarea de sus hijos, 3 veces a la semana, 2 horas cada visita, si mi calculadora no me falla, eran $6,000.00 al mes, nada mal para ir a hacer tareas.

En ese tiempo tenía varios alumnos ricachones, pero cabronamente ricos, la clase alta mexicana que se va de vacaciones al año 3 veces y cada vacación era de 15 días, se iban a Europa, a Estados Unidos y alguna vez a los Cabos o a otro exótico lugar en México, ah pero eso si, en su casa todos estos personajes veían películas piratas, que me querían prestar, compraban cartuchos de impresora para rellenarlos, se iban a Tepito, SE LOS JURO, me contaban que se iban a Tepis de compras o al tianguis a buscar algo bonito y cada que les decía que les vendía algo de computo, algo comprado en una de las tiendas de distribución de computo, algo nuevo, nooooooooooo, para que, en la oficina había muchos discos duros, impresoras o monitores que nadie usaba.

Eso mismo me respondían todos esos personajes de la alta esfera mexicana que conocía, entre ellos el directivo de un banco en ese tiempo, ah como presumía su esposa que era el directivo de un banco alemán, ah, pero siempre se robaba los discos duros de la oficina; además de directivos de banco, también estaban un notario, un abogado de una prestigiosa firma de derechos de autor y también tenía un arquitecto, jubilado con mucho dinero que quería que yo le enseñará a usar la primera versión del iPod.

Para eso me pagaba, y él me pagaba $350.00 la hora, pero un día, un día en el que la mente de este Señor estaba por completo bloqueada me quede 3 horas enseñándole algo obvio del iPod, y cuando ya me retiraba me pago las 3 horas de clase, pero para mí ver el dinero recién me pagaban me resultaba barato, me sentía sucia, por ir a dar clases de computo, ACLARO, yo revisaba el pago de la lección saliendo, ya sé, si me daban de menos, pues ya me jodia que pasaba habitualmente o me quedaban a deber, pero esa vez el Señor me dio como $3,500.00, así que inmediatamente regrese toque la puerta, subí, entre y le dije le devuelvo esto, tuvo un error y me fui.

Algunas personas me han dicho que ese no fue un error, sino que es la forma en la que una persona rica se hace de personal de confianza, digo, normalmente en sus casas tienen cosas de más valor, así que probar a un empleado con esa cantidad de dinero, les puede ahorrar a la larga más dinero.

Yo siempre hago eso, soy la persona que te dice si tu cartera se cayó, si se te sale un billete, si olvidaste tu iPod en una máquina de ejercicio, si dejaste tu reloj DG en el baño, si dejaste en la entrada tu iPhone, soy confiable, soy incapaz de tomar algo que no es mío y afortunadamente como yo, hay muchas personas, solo hay que buscarlas.

Aunque claro, también hay gente como Jorge o Brenda, dos compañeros míos de la universidad, lamentablemente debo decir que Brenda fue mi mejor amiga por 2 cuatrimestres en la universidad, antes de que la abandonará, una mala compañía sin dudas; pero en ese tiempo no tenía muchos amigos, no podía ser exigente. Pero había muchas cosas que no me gustaban de Brenda, como el hecho de que era capaz de tomar cosas de los demás, “cosas que no les hicieran falta”, pero una vez sin dudas si me sorprendió lo que hizo en un Superama cuando tomo un dulce que guardo en su bolsa y me dijo “¡que!, para eso son” y yo me decía por dentro, pero no lo dije: NO, PARA ESO NO SON, yo te lo compro, pero en ese tiempo y buscando su aceptación callé. Ahora comprendo bien, que no puedes permitir o tolerar lo que consideras mal en las personas, simplemente por encajar o ser aceptado.

Pero lección aprendida, cuando Jorge se encontró un celular en el Office, yo le comente que debería llamar o esperar a que llamaran para devolverlo, a lo que me veía como una extraña; luego me entere que él se lo robo, y Miguel me lo conto, estaban en la barra del office, la chica que lo traía se distrajo y él lo tomo y se fue discretamente.

Eso pasa porque nosotros nos hacemos de la vista gorda y permitimos que los demás hagan eso impunemente, porque si nos opusiéramos y viéramos ese simple acto como lo que realmente es, LAS COSAS NO ESTARÍAN TAN MAL COMO ESTAN.

No podemos permitir que la injusticia y la impunidad suceda, incluso en actos menores como este, todos deberíamos ser confiables y respetar las pertenencias de los demás, deberíamos respetar a los demás porque es lo correcto, y no pensando en generar un buen karma.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com