Filosofando

Reflejos condicionados modernos

¿Alguna vez has oído hablar de la teoría de los reflejos condicionados?, una teoría del ramo de la psicología que explica cómo la evolución de cualquier ser vivo lo hace adquirir en respuesta de esa evolución ciertas características; algunas veces físicas y otras de carácter conductual.

Bien, muchos expertos en el área aseguran que muchos rasgos en la conducta de cualquier ser vivo son innatos, es decir, se nace con ellos, son básicos, inmediatos y específicos, que reaccionan de forma natural a ciertos estímulos concretos. Eso dicen los expertos, quien soy yo, con cero estudios en el campo de la psicología para decir otra cosa; sin embargo, últimamente me he dado cuenta de que todos hemos adquirido reflejos condicionados modernos, reflejos que hemos adquirido con la vida moderna. Digo, nadie nació con el reflejo condicionado de escuchar una notificación en WhatsApp, sonreír inmediatamente, un reflejo condicionado, para mirar el celular.

Nadie nació con esa capacidad innata, la adquirimos con la vida moderna, mmmmm, pero quién sabe, tal vez en un futuro medianamente lejano, las nuevas generaciones de niños humanos, ya nazcan con esa habilidad de forma innata. Por lo pronto yo a todas esas curiosidades modernas, les llamo: reflejos condicionados modernos.

Y estos reflejos condicionados modernos me recuerdan mucho a Pavlov, sus estudios y sus teorías, que empezó a desarrollar con perros, campanas y estímulos.

Pero antes de pasar a Pavlov, sus perros y finalmente a conocer los nuevos estímulos que condicionan no solo nuestras acciones, sino también nuestros sentimientos, leamos más, ¿Qué es un reflejo condicionado?

Los reflejos condicionados son las acciones que realiza un individuo, por reflejo, de forma involuntaria; estos reflejos son aprendidos mediante la experiencia y los estímulos. Es decir, cuando un individuo experimenta de forma repetitiva un estímulo positivo cuando sucede algo, este reaccionará de forma automática cuando ese algo pase.

Pavlov lo explico de forma muy clara con sus experimentos, los experimentos de este prominente fisiólogo y neurólogo ruso, consistían en que a un grupo de perros se les aplica un estímulo, sonaba una campana, y cada que sonaba la campana a todos los perros se les daba de comer. La repetición de este estímulo condiciono un acto involuntario en el que la mente del perro asociaba al sonido de la campana con comida, esto hacía que los perros babearan esperando el alimento.

Los perros relacionaron el sonido con comida, un estímulo positivo que los hacía actuar de determinada manera, sin importar que cuando sonará la campana, no hubiera comida; inmediatamente los perros se ponían a babear por la relación que ya existía en su mente del sonido y la comida.

Ahora así nos pasa a nosotros y los sonidos, nos estimulan y ahora nos hacen reaccionar con ciertas emociones o sentimientos, antes era el sonido del modem, ahora son las notificaciones de Facebook, los mensajes de WhatsApp o las llamadas de Skype; esos sonidos inmediatamente disparan en nosotros ciertas reacciones, aunque a veces solo este el estímulo y no la recompensa. No digo que babeemos, tal vez algunos sí, pero por lo menos, muchos cuando escuchamos una notificación, sonreímos y hacemos ciertas cosas como un reflejo.

Saben que es lo peor, esos perros babeaban y obtenían comida, sus reacciones eran fisiológicas, ahora en la actualidad cuando recibimos una notificación por WhatsApp o Facebook, en nosotros los reflejos condicionados van más allá y por ejemplo, cuando escuchamos el inconfundible sonido de una notificación, muchos de nosotros sonreímos, ahí está lo físico, pero la reacción o reflejo va más allá y ante ese estímulo positivo, muchos dejan que sus emociones y sentimientos se activen con un sonido.

Pavlov experimentaba con reacciones corporales, Facebook y WhatsApp experimentan con nuestras emociones.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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