Filosofando

¿Qué es lo que yo puedo enseñar?

Ayer que me hacen esa pregunta, de forma metafórica claro está, no es que me anden pidiendo que enseñe carne, mmmm, creo que no fue ese el sentido y más bien era una cuestión sobre lo que yo puedo aportar a la vida o ideas de alguien, eso que solo yo y únicamente yo puedo enseñar o aportar, eso que me hace única, me distingue de los demás y hace que valga la pena conocerme; y repito, no es carne, sino ese sentido profundo que le damos a las relaciones que tenemos con las personas, ese propósito fundamental de encontrarnos con alguien y las filosofías, ideas o enseñanzas que aportan a nuestra vida, partiendo del hecho de que conocemos a alguien, justo en el momento preciso en el que tenemos que aprender algo nuevo, porque tal vez nos gusta creer, que es cósmico o tal vez kármico y cuando conocemos a alguien, no es mera coincidencia y esa persona está justo en este preciso momento para enseñarnos algo y no es porque esa persona ande en plan exhibicionista, insisto, sino porque tiene una lección o algo que enseñarnos y de lo cual debemos aprender.

Supongo que llega un punto en la vida, en el que dejamos de pensar que las relaciones que tenemos son fortuitas y que solo pasan, para atribuirles a esas relaciones un significado cósmico más profundo, en el que cada persona, cada interacción que tenemos, es parte de un plan, de un todo, en el que tenemos que aprender algo, por más insignificante que sea.

Pues bien, antes de seguir con la idea de que siempre estamos aprendiendo de las personas que conocemos y estas tienen algo importante que enseñarnos siempre y una valiosa lección; sin importar que sea el cajero cobrándote algo. Siempre existe una idea trascendental de que todas las personas con las que nos topamos en el camino, tienen una conexión con nosotros y nos van a aportar algo, pues bien, mucho tiempo de la vida pensé eso y hasta el caracol con el cual me topaba en la calle, tenía algo que decirme; sin embargo, un buen día deje de pensar eso, tal vez fue egoísta, loco, extremista o egocéntrico pensar que ya nadie podía aportarme nada, y que eso no era cósmico o kármico y más bien era causal.

Bien, tal vez sea una idea muy confusa de entender o seguirme, pero yo antes pensaba que todo tenía una razón de ser, pero luego entre muchas ideas, muchas caídas, muchas experiencias algo traumáticas de vida, concluí que eso no era kármico y más bien era una sucesión de malas ideas y decisiones, de tal manera que si conocía a alguien que me hacía pasar un mal rato, más que una lección que la vida quería que yo aprendiera, pensaba que una sucesión de malas decisiones me había llevado a ese lugar, y que conocí a esa persona, por causa y acción o causa y efecto, y no por cuestión de aprendizajes de la vida.

Entonces, pensando eso, pensando que son mis decisiones y mis elecciones las que me llevan a ciertos puntos en la vida, pensé de forma arrogante, que ya nadie tenía nada que aportarme, ya nadie tenía nada que enseñarme, ni de forma literal y mucho menos de forma metafórica, simplemente ya no podía aprender más y más bien tenía que aprender a reaccionar entonces me pregunté, ¿qué sentido tenía entonces relacionarse?, ¿qué sentido tiene conocer a los demás?, ¿disfrutarlos?, ¿conocerlos?, ¿hablarles?, de hecho, sonará muy, pero muy arrogante, creo que esa es la palabra, pero mucho tiempo pensé, cuál es el punto de desperdiciar palabras, palabras que solo se van a esfumar, esa persona olvidará, me olvidará y nada tendrá un sentido, porque todo está destinado al olvido.

Estas palabras que escribo o digo, simplemente se olvidarán y pertenecerán a la nada, entonces, ¿cuál es el punto esencial de conocer a alguien?, si no habrá lección y más bien es una sucesión de malas ideas, ¿cuál es el punto de hablar?, ¿cuál es el punto de conocer a alguien y permitir que te conozca?, si finalmente no hay lección o algo que aprender, entonces porque hacerlo, pues abrirme ante los demás, ya que permitirles que me conozcan.

Bien, ahora siento que es una forma muy extrema de pensar, digo, cada que articuló una de mis ideas en voz alta, me doy cuenta que son medio extremistas o medio pendejas, y pensar que ya no puedo aprender nada de nadie, lo sé, es el comienzo del fin, el comienzo del caos y el comienzo de algo malo, porque siempre hay algo que aprender, y es de sabios nunca olvidarlo, supongo que es de sabios siempre estar en ese debate interno.

Si bien me gusta escuchar a los demás, no veía punto o sentido en que ellos me escuchará, porque después de todo, ¿Qué es lo que yo puedo enseñar?, que maldita sea es, qué rayos es lo que yo puedo aportar a los demás, en serio ¿qué?

En algún punto de la vida, alguien me dijo estas palabras, que sigo teniendo presentes, después de asegurarle a esa persona, que no podía aprender nada de ella, resulta que si lo hice.

No se te da el nihilismo…¿eh?
A menos que seas una muerta en vida, yo creo que si podrías obtener algo útil de esta comunicación…Hasta de los malos ratos podemos extraer experiencias buenas, claro, eso si no te dedicas de tiempo completo al cómodo solipsismo que has construido en torno a ti…
MMMM, ¿nihilismo? y ¿solipsismo?, por lo menos dos palabras nuevas aprendí en ese momento.

¿Qué es el nihilismo?
Corriente filosófica que sostiene la imposibilidad del conocimiento, y niega la existencia y el valor de todas las cosas.

¿Qué es el solipsismo?
Doctrina filosófica que defiende que el sujeto pensante no puede afirmar ninguna existencia salvo la suya propia.

Y de alguna extraña manera, esa persona pudo definirme en dos palabras domingueras, pero no cualquier palabra, sino dos conceptos filosóficos, con implicaciones filosóficas que me llevaron a un juicio de valor, en el que yo salía perdiendo; porque las dos premisas de esa idea, llevaban a lo mismo, mi egoísmo personal. Ese egoísmo que me niega aceptar el hecho de que los demás son valiosos para mí y yo soy valiosa para los demás.

¿Qué es lo que yo puedo enseñar, realmente me agarraron en curva como dirían por ahí, ¿qué es lo que yo le puedo enseñar a alguien?, mmmmm, me quede pensando, y pensando buscando algo que yo pueda ofrecerles a los demás, y la respuesta es que no puedo enseñar nada.

Lo sé, suena patético que alguien diga eso, porque siempre se puede aprender algo nuevo, y digo, creo, sí, yo puedo enseñar mucho, tengo muchos conocimientos hablando de diversas áreas, sé mucho del entorno digital y del mundo del entretenimiento, así que en un sentido básico y literal, podría enseñar mucho sobre entorno digital, pero lo que la respuesta que se busca a la pregunta ¿Qué es lo que yo puedo enseñar?, no es lo literal, no es lo aparente, sino esas lecciones de vida trascendentales que las personas aprenden.

¿Qué es lo que yo puedo enseñar?, mmmmmmm, tal vez lo que yo puedo enseñarles a los demás es a divagar, y todas mis dudas de la vida, mis negaciones sobre el valor de los demás, tal vez puedan ayudar a los demás a comprender mejor.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com