Cómo pedirle algo a mi pareja sin que se moleste

Siempre he pensado qué, en el cómo se dicen las cosas, está el resultado de una petición, así que obvio, si uno impone, grita y exige, es muy probable que el resultado sea negativo, y termine siendo eso, una imposición a la cual una persona accede, algo así como las demandas de un terrorista, y eso es lo que termina pasando muchas veces en las relaciones, y sin darse cuenta, las personas caen en el terrorismo emocional, para demandar y exigir a su pareja ciertos comportamientos, reacciones o que haga la voluntad de la otra persona.

Pero eso, aunque se haga mucho, aunque veas a tus padres hacerlo, lo hagan tus amigos, eso está mal, y no se debería imponer nunca a otra persona, menos a alguien a quien se quiere, un determinado comportamiento.

Es más, para dejarla barata, ni los perros aprenden con regaños o imposiciones.

Creo que la mejor técnica o táctica para pedir algo, es hacerlo bonito.
De hecho, estoy convencida de que el “pídelo bonito” funciona para todo, yo por ejemplo soy una de esas personas que bajo ultimátum o amenaza no funciono, por más simple que sea la petición, como apagar la tele, pero, sí, por el contrario, se me piden las cosas bonito, no importa la complejidad de la petición, es probable que lo haga.

Además, nuevamente la sabiduría popular vuelve a sorprendernos con su GRAN SABIDURIA y nos recuerda, que en la forma en la que se pide algo, están los resultados.

En el pedir está el dar

Y para abonar a esta filosofía de ser amable cuando se pide algo, también hay que decirlo, toda relación se trata de negociación, y negociar, es lo opuesto a imponer, y en ese mismo sentido, me gustaría mencionar, que también una negociación es ceder hasta cierto punto, para llegar a un punto intermedio, en el que ambas partes están satisfechas.

Así que la respuesta es bien simple, y si tienes una solicitud para tu pareja, si quieres que haga algo, lo mejor es hablar directamente, de forma amable y entender que ambos deberán llegar a un punto intermedio.