Notas Random

Nunca me gano nada en la rifa y cuando lo hago no estoy

Maldita sea, eso que me paso, es, en su máxima expresión mala suerte, eso o tal vez, solo tal vez, la suerte que tenemos en esta vida es finita y cuando algo bueno te pasa, el balance del karma debe equilibrarse anulando las otras cosas buenas que estaban por pasarte.

No sé, yo en verdad sigo debatiendo, si ganar algo y luego perderlo es muy buena suerte, ya sabes, eso por aquello del simple hecho de ganar algo; o por el contrario es de los peores tipos de mala suerte, esos que te recuerdan que no vas a ganar nada, incluso cuando lo ganes.

Ahora, habrá quien diga, “no pienses de esa forma, y menos lo digas, que lo estás decretando con tus pensamientos y acciones”; que digo, tal vez esas personas tengan razón, y de las cosas malas no hay que hablar nunca, y que sean innombrables e impensables como Lord Voldemort.

Pero, que me dicen de la frustración que vive una persona, cuando le suceden malas experiencias y no puede hablar de ellas, porque lo decreta, ¿acaso entonces nunca hay que hablar de los fracasos o las frustraciones de la vida?

En este sentido, es decir, hablar de los sentimientos y emociones, los especialistas de la mente y las emociones dicen, y con justa razón qué hay que expresarlas y canalizarlas.
En ese punto estoy yo, y pase de estar muy, muy, pero muy molesta porque la primera vez en muchos años que me ganó algo en la rifa, y algo seguramente padre y no un vil cuadernito, resulta que minutos antes me fui.

Genial, neta genial, y en este caso, el genial es sarcasmo, no es decretar nada, solo es sacar la frustración “genial” de ganar algo y no ganarlo.

En serio, esa es mala suerte, e insisto, la peor, la que te recuerda que incluso cuando la buena suerte se confunda y te sonría, la nube gris que te persigue lo cancelará y esa buena suerte se perderá en el olvido y se convertirá en una tortura de algo que pusiste tener, que estaba en tus manos, en tu destino y de repente lo perdiste.

Como el meme de cuando la vida te da una galleta.

Aunque más que mala suerte, debo decir que fueron una serie de malas decisiones hechas en el momento, ya sabes, como cuando escoges pobremente, muy pobre, el buen camino, versus uno lleno de piedras.
Aunque bueno, uno nunca sabe cómo será el camino y todo termina siendo una serie de decisiones que tienen una repercusión en la vida y hay que aprender a aceptarlo.

Recuerdo de una forma muy precisa cuando alguien dijo “el cómo reaccionamos a las frustraciones de la vida, es la persona en la que nos convertiremos”; y a esa gran frase hay que agregar que las frustraciones de la vida, pueden ser por mala suerte o malas decisiones, a eso se reduce todo, a las decisiones que hacemos y que tomamos en un segundo y como pueden tener repercusiones por mucho tiempo.

Supongo que finalmente esta lección de vida, se reduce a eso, a lidiar con la frustración de perder algo, que aparentemente era, mío, una moraleja que servirá para muchas cosas en esta vida, y a veces, incluso cuando algo está en tus manos, se puede esfumar.

Lo único que se puede hacer para tratar de impedirlo, y a veces ni así funcionará, es estar dónde debes estar y tomar las decisiones correctas.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com