Me pregunto ¿la violencia justifica más violencia?

¿Odio se combate con odio e intolerancia?, ¿así se gana la batalla en tiempos modernos?
Ahora es más cierta que nunca aquella poética frase de Gabriel García Márquez “el amor en los tiempos del cólera”, amar cuando no se puede amar, amar a aquello que no se deja amar, amar cuando el odio, la injusticia reinan en un caos.

Será que solo el amor egoísta que se profesan dos personas puede sobrevivir en tiempos así, ¿será? Por qué resultará tan fácil amar a una persona, e imposible hacerlo con la humanidad. Pero cómo amar a algo bueno, si las cosas buenas, los sentimientos más puros del alma poco a poco desaparecen y son sustituidos por nuevas prácticas y filosofías materialistas.

¿Qué nos pasó?
Porque estamos tan llenos de intolerancia, por qué mi reacción primaria para acabar con una injusticia es acudir al odio y la violencia ¿por qué?, en estos tiempos modernos en los que las prácticas filosóficas están en desuso, me pregunto qué le paso a la compresión, será acaso que se le impuso la imposición.

Pero que puedo hacer yo o tú, si no es abuso, como podemos parar aquellas cosas que están mal, ¿acaso nos escucharan los necios? O será necesario recurrir al mismo punto para que nos comprendan.

En serio, está justificada la violencia para acabar con la violencia. Creo que la respuesta racional sería NO, pero que me dicen de la respuesta humana, es opuesta y se alza vigorosamente para hacerse notar.

¿la violencia justifica más violencia?

¿Entonces qué debo hacer? Oposición pacífica, filosofía budista o tal vez católica-cristiana, omisión, tal vez vivir desinformada para evitar que el sufrimiento del mundo me llene de tristeza o me embargue de ira. Pero desconocer lo que sucede no hare que cambien las cosas, hemos visto que la oposición pacífica tampoco produce resultados y mucho menos aún el uso de la fuerza.

¿Qué está pasando?, ¿Qué nos pasó?

En qué momento nos perdimos, en qué momento me perdí, dónde está nuestra inocencia robada, dónde está nuestra capacidad para creer y confiar en los demás, porque siempre estamos llenos de sospechosísmos, AH SÍ, el miedo imperante, el odio, la rabia, el rencor y la intolerancia que están a la vuelta de la esquina acechándonos para darnos en la cara. Cómo acabamos con ella. Será acaso que sí nos llegará el 2012 para un proceso de selección natural, ahora no se trata de ser el más fuerte, sino el más evolucionado espiritualmente hablando.

He descubierto lo que no me gusta, lo que me llena de rabia y odio, ¿cómo acabo con esas cosas, con más furia? Supongo que no, supongo que la única forma para cambiarlo es con paz interior como la de Po, una paz interior tan desarrollada capaz de lograr controlar la materia, pero me resulta algo difícil adquirirla tal vez si tenga que meditar durante 50 años, o tal vez solo el sufrimiento interno y su comprensión me ayuden a encontrar la paz interior que tanto necesito.

El mundo está muy mal y yo no hago mucho, pero hay quien si hace algo, quien ayuda proactivamente y con todo su entusiasmo y actitud pacífica para hacer de este infernal lugar, un mejor lugar, creo que la conciencia de saber que este es un mal lugar y que el amor en los tiempos del odio y del cólera es posible, pero no un amor egoísta, sino un amor colectivo en donde reina la esperanza, es posible y no un sueño utópico de unos cuantos.

Supongo que eso es lo que me hace falta buscar dentro de mí, la esperanza y la paz interior necesaria para combatir la injusticia, porque solo con ellas este apestoso lugar será habitable.