Filosofando

Lo que entendemos

Siempre he pensado que tal vez tengo un corto circuito en la cabeza, que me evita entender las cosas en su contexto exacto, en su justa medida y proporción, y es por culpa de ese corto circuito sináptico que siempre termino entendiendo otra cosa, malentendiendo algo, como si fuera una especie de teléfono descompuesto en el que se perdió el mensaje y termino convirtiéndose en otro.

A veces tengo esa sospecha muy fuerte que otra otras y me pregunto tanto, porque entendemos lo que queremos entender de nuestras conversaciones.

¿Alguna vez te ha pasado a ti?

Seguro que sí, creo que es más común de lo que sería bueno admitir, y todos tenemos ese corto circuito que nos evita entender la comunicación como realmente es; es más, si en persona entendemos lo opuesto al mensaje o la intención original de nuestro interlocutor, imagínense que sucede en una conversación escrita, en la que entendemos lo que queremos y lo manifestamos de diversas maneras, ¿alguna vez te ha pasado que te has enojado con alguien por leer palabras?, acaso será culpa de esa interrupción sináptica, ¿será?

Otra respuesta, una que creo es más lógica es que tendemos a interpretar las cosas fuera de contexto, tendemos a maximizar cosas sin relevación y normalmente minimizamos las cosas que si importan, tal vez, simplemente tal vez, funcionamos al revés y nuestra mente siempre está ahí para jugar con nosotros, con las palabras y con los contextos, para terminar entendiendo cada una de las partes de esa comunicación lo que se le da la gana y a veces se entiende lo opuesto a esa conversación.

Pero este tema lo he estado masticando desde hace un par de días, sobre todo en lo que se refiere a las conversaciones que son virtuales, esas charlas que actualmente inundan todas nuestras conversaciones; de alguna forma extraña ahora casi todas nuestras interacciones son de esta manera, a través de diversos medios, diversas redes o incluso mensajeros instantáneos. Imagínate, si antes era fácil confundirse y mal interpretar un mensaje, incluso viendo a una persona, escuchando las inflexiones de su voz, viendo el lenguaje corporal, ahora en internet, en esas palabras se pierden las intenciones, se pierde la realidad y normalmente terminamos entendiendo lo que queremos, que a veces depende de nuestro humor o estado de ánimo, que es lo que entendemos de esa conversación e incluso a veces terminamos poniendo palabras en boca ajena.

Lo que entendemos
Una peligrosa maña que todos hemos desarrollado, para bien o para mal, para sentirnos agredidos o halagados, de todas las conversaciones que tenemos, siempre terminamos entendiendo algo, que muchas veces es lo opuesto a la intención real o con la cual se inició esa mensaje.

Lo peor de todo es que pasamos mucho tiempo obsesionados con la intención de ese mensaje, con lo que entendimos de esas palabras, buscando 3 pies al gato, solo para comprender, corroborar o verificar la hipótesis original con la cual empezamos, la cual entendimos.

Bien, hace poco me preguntaba si este corto circuito mío, era solo mío, porque siempre terminaba con una sensación extraña después de hablar con un amigo que no habla español, presuponía que mi comprensión de inglés era ese corto circuito, que me evitaba entender realmente la intención de sus palabras, sus emociones o sus estados de ánimo, porque eso hacemos, cuando estamos en una conversación, intentamos conocer todos esos datos, para entender el contexto de la conversación, para tratar de entender al máximo y de la mejor manera toda la conversación. Así que siempre que terminaba de platicar con ese chico, terminaba pensando que algo había entendido mal, que algo había entendido mal, que había mal interpretado la intención de ese mensaje, algo debía estar mal, porque algo no cuadraba.

Obviamente era el inglés, no es mi idioma materno, pero recientemente descubrí que eso también sucede en español y no únicamente a mí, sino que todos terminamos entendiendo lo que queremos de una conversación, o igual es que yo entendí algo de esa conversación, reaccione en respuesta de ello y genero un mensaje específico.

Pero no, en español o en inglés, siempre terminamos entendiendo otra cosa diferente.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com