Filosofando

De lo bueno, poco

He aprendido una gran lección, de lo bueno, poco, más que lección, una filosofía de vida, la cual subestime siempre; válgame, tenía que esperar toda una vida, para comprender cómo es la vida, pero por qué no pude aprender de la experiencia ajena, si mi mamá siempre me lo dijo, porque nadie puede hacerlo, nadie aprende en cabeza ajena.

Verán ustedes, siempre creí que si algo me gustaba no había nada de malo en explotarlo hasta hartarme, ya saben, eso de que si te gusta algo hártate. Ok, no he explicado el punto, pero hartar es una palabra bonita, hartar, hartar, hartar. Con un gran significado.

Yo creía que si me gustaba mucho una canción, un chocolate, un pastel, una persona, no había nada de malo en obsesionarme en ello, en repetirlo hasta que fuese insano, hasta que ya no tuviera sentido o gusto por esa cosa, persona, comida, canción o lo que fuese. Obvio la vida es corta y “lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos”.

Vivimos en función de una sola cosa, la satisfacción momentánea de los sentidos, a través de cómo lo dije antes escuchar una canción durante una semana continua, comiendo todo el pastel de chocolate de una buena vez o estando con una persona 24/7. No importa el mañana, solo el hoy, el cual es corto, efímero pero satisfactorio.

Buena filosofía, de lo bueno poco, si eres una persona con sentencia de muerte o estás lo suficientemente loco como para hacer que los sentidos sean los que dicten tus acciones. No juzgo, yo era así o soy, no lo sé, tengo que descubrirlo.

¿Por qué es tan importante sentirse bien ahora?

En un buen punto de la vida, se dejó de pensar en el mañana y se aprendió a vivir el ahora, y no es que los mayas hayan impulsado esa filosofía, no veo mal aplicarla cuando se piensa en no pensar en lo malo y en vivir lo bueno. Recordar lo malo te ayuda a seguir vivo, claro está, en un plan constructivo y no disruptivo que hace que tus días estén llenos de bilis, porque las experiencias buenas y por supuesto las malas están ahí para proporcionarnos sabiduría, y solo ella puede hacernos mejores. Como alguien puede ser mejor o más sabio si solo vive en función del presente del aquí, del ahora, sin importarle nunca más pasado alguno o futuro cercano.

Si solo existe el aquí y ahora, bañemos todos en el éxtasis del presente y matemos para el futuro no existente todas aquellas cosas que nos encantan; sí, si escuchar una canción me produce placer ahora, pues lo voy a escuchar hasta que ese placer muera, quien sabe si pueda existir el mañana, mejor la disfruto hoy.

Pero saben, hay que esperar a llegar a los 30 para saber que el mañana es más presente que el hoy y que si uno vive en función de satisfacer a los sentidos, en el futuro cuando este llega, ya no hay cosas que te produzcan ese placer y uno recuerda con tristeza el gusto que tenía por tal cosa y sin tan solo no hubiera exagerado.

Bueno, creo que todo este choro, va en función de una sola cosa, de lo bueno poco, y no hablo de no satisfacer nuestros impulsos primarios, creo que si lo hiciéramos seriamos máquinas. Yo hablo de moderación, para que el mañana, cuando llegue mañana, podremos disfrutar de la presencia de una persona o el escuchar una simple canción, porque nunca llegamos a cansarnos de ella.

Hoy solo te escucho una vez, para poder disfrutarte mañana o pasado mañana con la misma intensidad de hoy. En realidad, creo que debemos de buscar satisfacción espiritual y no sensorial. Y como hacemos eso, pues amigos es una respuesta que no he encontrado aún, pero estoy en su búsqueda.

De momento stereo love y todas aquellas cosas culinarias, personales, eróticas de las cuales abusamos, dosifiquémoslas para que siempre nos hagan sentir vivos después.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com