Filosofando

Cuestionar la realidad

Cuestionar la realidad no es solo un mero ejercicio intelectual; es una profunda investigación filosófica que trasciende las fronteras de diferentes profesiones. El concepto de existencia ha sido una fuente de fascinación y desconcierto para los pensadores a lo largo de los siglos, provocando una profunda contemplación y estimulando el discurso intelectual. En un contexto profesional, se vuelve no solo importante, sino necesario examinar críticamente la naturaleza de la realidad y sus profundas implicaciones en nuestro trabajo.

Participar en esta introspección nos permite desbloquear un tesoro de ideas que pueden moldear profundamente nuestros roles y responsabilidades profesionales. Al profundizar en las profundidades de la investigación existencial, obtenemos una comprensión más profunda y matizada de los campos que elegimos. Esta mayor conciencia nos permite navegar por las complejidades de nuestras respectivas disciplinas con mayor claridad y propósito.

A medida que nos embarcamos en este viaje de autorreflexión, comenzamos a darnos cuenta de que nuestro trabajo no es simplemente un medio para lograr un fin, sino un vehículo para generar un impacto significativo en el mundo que nos rodea. Al abordar las preguntas fundamentales sobre nuestra existencia y propósito, podemos alinear nuestros esfuerzos profesionales con nuestros valores y aspiraciones más profundos. Esta alineación nos permite hacer contribuciones decididas que van más allá de lo superficial y realmente dejan una huella duradera.

Cuestionar la realidad

A veces me pregunto si lo que vivo es real, y si es real, como esa realidad es percibida por los demás, y si esa realidad no es una realidad para los demás y es percibida como algo subjetivo o irreal, entonces como puede ser real, ¿acaso el que yo diga que algo es real, entonces lo hace real?

Lo sé, todo un gran debate muy filosófico que nos hace preguntarnos qué es la realidad y si acaso decir que algo es real, es una realidad factible, algo así como vivir en una matrix o una simulación, pero, en este sentido, no hay que viajarse tanto, y no necesitamos vivir en una simulación, sino simplemente cuestionarnos que es la realidad y si lo que creemos real, es real.

Acaso no, todo lo que percibimos es una configuración personal y subjetiva que sucede por muchos parámetros personales; es decir, lo que quiero decir, es que no existe una realidad, porque esa realidad sucede en nuestra mente y todo lo que sucede en nuestra mente, no es real, por más que queramos aceptarlo como algo real y universal.

De hecho, el otro día leí algo muy interesante sobre cuestionar la realidad:

Cuestionar tus pensamientos es una cosa
Otra cosa es cuestionar lo que ves y oyes
Aunque… ¿no es todo lo mismo?
Nuestros sentidos ofrecen estímulos mediocres al cerebro, confiamos en ellos, creemos que describen correctamente al mundo que nos rodea.
Cuando la verdad es que no pueden, porque lo que percibimos no es el mundo real
Sino una adivinanza de nuestra mente
Que todo lo que tenemos es una realidad de cartón
Una foto borrosa que nunca comprenderemos del todo

Y si lo piensas o analizas es cierto y creemos que nuestros pensamientos pueden estar o no mal, pero la realidad, a la realidad, nunca la cuestionamos, cuando lo que creemos por realidad, termina siendo un pensamiento, esos que críticas y dudamos de su veracidad.

Así que tal vez lo que debemos hacer siempre, es cuestionar la realidad del mundo en el que vivimos y como apreciamos esa realidad.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com