Dieciséis años y esta canción interpretada por The Verve sigue siendo una sublime sinfonía, no por nada fue nombrada una de las mejores 100 canciones de todo los tiempos, incluso ocupo un lugar en la revista Rolling Stone como una de las mejores canciones de la historia musical, Bitter Sweet Symphony una canción de The Verve . Sin duda esta canción que merecidamente tiene el nombre de sinfonía es una pieza de arte que apareció como sencillo en junio de 1997, para después formar parte del álbum Urban hymns siendo esta rolita el primer single que se desprendió de esta producción.
Una canción que además de poética y rebelde desde su origen ha causado una gran polémica, si bien fue escrita en su totalidad por Richard Ashcroft los expertos y la crítica atribuyen esta canción a The Last Time de Mick Jagger y Keith Richards cuya similitud sonora es muy similar. Si bien son semejantes y hay muchos acordes que se parecen, las letras son opuestas, bueno si las encuentro parecidas pero no para atribuirle la autoría a otra persona.
The Verve uso para esta canción un sample de 5 notas para la versión orquestal de la canción, un permiso y autorización concedido por Decca Records para crear una de las melodías más agridulces de la historia musical, sin embargo el manager de The Rolling Stone, Allen Klein, quien posee los derechos de las canciones de la banda de antes de 1970 demando a la agrupación por usar una porción más larga de la licencia obtenida, algo que esta banda inglesa nunca aceptó.
Bitter Sweet Symphony es una canción suprema por muchos motivos, entre ellos que esta canción necesito más de 50 pistas de instrumentación que incluían nuevos arreglos, si bien si tenía el sample de The Last Time la genialidad de esta canción es que incluía un gran trabajo musical nuevo, sin embargo Allen Klein obtuvo los derechos de la canción, pero el pleito por esta gran canción no termino allí cuando Andrew Loog Oldham primer manager de The Rolling Stones peleo también por los derechos de esta canción, por lo que nuevamente The Verve tuvo que ceder el 100% de las ganancias de su mayor creación musical, una pelea tan descuartizada sobre derechos y dinero que termino con la paciencia de Richard Ashcroft y disolvió a The Verve en el 2009.
Una canción que termino siendo parte de la campaña de Nike lo cual enfado tremendamente a su autor, pero daba toda esta pelea legal no tuvo otra opción más que encogerse de brazos. Una increíble batalla legal, tras una increíble canción.
Canción iconica sin duda