Adictos a la tecnología

O mejor dicho, yo soy adicta a la tecnología

Nunca lo he negado, se bien que no puedo vivir sin la tecnología, soy parte del grupo de adictos a la tecnología. Para mi este tema es tan imprescindible que sin los grandes beneficios de la tecnología moriría de hambre sin el horno de microondas para calentarme mi agüita para mi sopa maruchan y no morir de inanición, o las calculadoras que evitaron que tuviera que aprender a multiplicar, restar, sumar o dividir cuando se trata de recibir el cambio de las tortillas, la televisión que me educa, el internet que me conecta al mundo y el celular que me envicia.

¿Sin la tecnología que me queda?, nada más que picarme los ojos en un intento desesperado para no morir de aburrimiento, híjole, cuando se va la luz como sufro o más bien sufría, ahora me rescata el iPhone del aburrimiento, ya no tengo que salir al jardín a jugar con el perro o cepillarlo incluso ese viejo y olvidado arte de leer es MUY MAL SUSTITUIDO por ciber hacer cosas, hasta el sexo se ha virtualizado y aquella acción cuerpo a cuerpo que francamente es tan divertida ha sido cambiada por las letras y la nube.

Bueno, soy adicta al ciber espacio pero existen cosas que creo deben hacerse a la antigüita como eso de ligar, conocer personas y hasta el faje; esas cosas modernas del sexting pueden ser divertidas y picaras pero no se comparan con otras cosas. Incluso eso de estar con las personas, platicar, ir por un café y disfrutar de los exteriores no puede ser sustituido por la tecnología, en ese punto y aunque resulte contradictorio yo estoy en contra de ella, en el punto que intenta erradicar la interacción real es el punto en el que yo reniego de ella, pero si se trata de convertirte en un ciber humano mejorado como Robocop en la que la inteligencia artificial mejora tu desempeño físico o mental y a veces hasta emocional apúntenme 5 con todo.

Soy adicta a la tecnología, pero también he comprobado que se puede vivir sin ella, es fácil solo tienes que aventarte un periodo de abstinencia tipo ermitaño en el monte sin conexión wifi o señal de la humanidad, pero eso sí, vaya que se sufre la desintoxicación y este periodo de abstinencia sin medios digitales realmente se sufre, pero si tienes la fortuna de estar en el lugar indicado tipo oceánica ni notaras que te falta conexión directa con twitter o Facebook, lo juro, no se nota.

Yo soy una muestra de ello y en mis vacaciones de crucero no tuve conexión con nada, bueno, si la había pero costaba 75 centavos de dólar POR MINUTO, casi tan caro como infinitum, solo espero que no se les ocurra a los de Telmex esa idea de cobrar por minuto, así con esas tarifas y uno tan pobre pues mejor te vas a entretener con otra cosa y te olvidas del mundo virtual. Pero lo curioso fue que después de una hora de sufrir por la falta de internet, tener temblores, fiebre y sudores fríos abrí los ojos y me di cuenta del maravilloso mundo que me estaba esperando afuera, lleno de albercas, jacuzzis con entretenimiento de todo tipo que así ni sufrí de abstinencia.

Es más cuando llegue al DF ya ni tenía ganas de conectarme a 9gag, imagínense que tan buena estuvo la desintoxicación y la aventura de conocer al mundo; pero solo falto con que tuviera el iPhone en la mano para recaer en los viejos vicios, ya lo decía yo tengo que vivir eternamente en un crucero en el mar, sin satélites o conexión a la red.

Moraleja: sí, soy adicta al internet.